19.7.08

Summer in the City

Nueva York puede ser agotadora --traten de recorrerla un día con más de 30 grados como hoy y después me cuentan--, pero también es un lugar que ofrece oportunidades extraordinarias, especialmente en verano. Todas las noches hay cinco shows diferentes para elegir y uno termina decidiendo y lamentándose por lo que no puede ver.

Mi primer día acá vi en Brooklyn a Jeremy Jay, un cantautor que parece no tener más de 21 y que suena como una mezcla de Jonathan Richman y Talking Heads, especialmente en vivo, ya que la banda se luce mucho más que en el disco. No habría más de 20 personas viéndolos y realmente valió la pena. Habrá que tenerlo en cuenta para los próximos meses.

El jueves tocaba gratis en Brighton Beach el gran Brian Wilson. El lugar y la situación era muy rara. Un concierto casi para jubilados, con publicidad de medicina prepaga para ancianos y cosas por el estilo, en el cual Brian tocó más que nada hits de la primera época de los Beach Boys. Pero es la primera vez que lo veo y seguramente será la última. Luce cansado, desconcentrado y se pierde en medio del show. Pero la banda suena bien, hizo cuatro o cinco canciones que me mataron (Wouldn't It Be Nice, God Only Knows, Good Vibrations, Heroes & Villains y así) y los temas del disco nuevo parecen interesantes y relativamente audaces. Otro momento inolvidable. 

Recién vi a Deerhof en Brooklyn, Prospect Park. También un show gratuito. Una banda excelente (a mitad de camino entre TV on the Radio y la locura total de Mars Volta) que si no tuviera una cantante tan peculiar y por momentos irritante como la que tiene (una chica japones cuyo nombre se me escapa ahora pero que suena por momentos como Yoko Ono) sería realmente mucho más famosa. De los tres, obvio, el show más arriesgado y, si bien son de San Francisco, de pura cepa No Wave neoyorquina.



1 comentario:

Anónimo dijo...

Querido Diego,

Ir por Nueva York, y ver en Brighton Beach, así de repente, gratis, tocar a Brian Wilson es el tipo de experiencia de esas que definitivamente solo te pueden ocurrir en NY. Y si creía que hasta ahora no tenía motivos para envidiarte.. pues ahora estoy considerando seriamente dejar de leer tu blog por miedo a que me haga algún tipo de daño irreparable..

Un abrazo desde Baires amigo,

Pol