Ayer vi la peor comedia que recuerde de "la factoria Apatow". Se trata de "Drillbit Taylor", estrenada el 21 de marzo en los Estados Unidos y que, seguramente, no llegará a los cines argentinos ya que fue un fracaso comercial resonante (33 millones de recaudación en total allí). La película tiene algunos puntos en común con "Supercool" --especialmente, su grupo de nerds protagonistas--, pero todo lo que allí es ingenio, creatividad y originalidad, aquí es rutina, mediocridad, apatía.
"Drillbit Taylor" se centra en dos amigos que entran a la escuela secundaria y empiezan a ser maltratados por un par de grandotes --los clásicos "bullies"-- de cursos superiores. Ya sin saber cómo salir de la situación, los amigos (uno, nerdie; y el otro, gordito de rulos, una versión "tres años antes" de la dupla de "Supercool") a los que se le suma (también, como en "Supercool") uno que los supera en nerdinez, contratan al tal Taylor (Wilson), un vagabundo que vive en las calles de Santa Mónica, quien los convence de ser un experto guardaespaldas y entrenado militar. Lo que Taylor en realidad quiere es quedarse con el dinero de los chicos.
No vale la pena contar mucho más, salvo para decir que casi ninguna de las bromas causan gracia y que la acostumbrada larga duración de las películas producidas por Apatow (esta fue coescrita por Seth Rogen y dirigida por Steven Brill, sí el de "Little Nicky") se siente más larga que nunca. Literalmente, "Drillbit Taylor" es interminable.
Y el que está totalmente fuera de lugar, sin duda, es Owen Wilson. Tal vez, un Will Ferrell podía haberle dado un mayor grado de delirio y locura a la película. Pero Wilson, especialmente este Wilson, el que viene de un intento de suicidio y el que acaba de actuar en "The Darjeeling Limited", de Wes Anderson, lleva consigo una carga de tristeza en su mirada de la que es imposible escaparse. Se supone, claro, que el personaje tiene un pasado difícil y que ese conflicto es su principal dilema en el filme. Pero Wilson no da el tipo físico que la película necesita.
Escritor, actor, guionista, personaje más que peculiar, Wilson es un actor que necesita "rebotar" contra otro, ser una pared en ángulo torcido, como su nariz, desviar ligeramente el texto para darle ese toque personal, toque que puede llegar a ser muy divertido. Ese decir lento, fumón, ese vocabulario extraño, ese tono de voz nasal, le otorgan un carácter muy especial, de clown triste si se quiere. Y su filmografía lo ubica en ese lugar.
Sus mayores éxitos siempre lo tuvieron "en yunta". Con Ben Stiller en "Starsky & Hutch" y "Zoolander", con Vince Vaughn en "Los rompebodas" y con el consabido Jackie Chan en la serie "Shanghai noon" y "Shanghai Knights". Y, en las películas de Anderson, con varios actores más. En "Drillbit Taylor" se lo suelta solo, frente a un grupo de chicos que no tienen el atractivo ni la gracia de los de "Supercool" y el tipo se enfrenta al vacío, a la nada.
No tengo idea si filmó la película antes, durante o después de su tristemente famoso intento de suicidio (aparentemente fue antes y la película quedó literalmente guardada en un cajón por bastante tiempo). Lo que sí es claro es que se lo ve incómodo, cansado, sin ganas de hacer lo que está haciendo. Más pendiente de salir de allí que de otra cosa. Fuera de lugar, de timing, de todo.
Más allá de eso, "Drillbit Taylor" deja en claro que el mundo de Apatow, su reversión constante y multigeneracional de "La venganza de los nerds" puede empezar a agotarse si no le encuentra una nueva vuelta de tuerca a sus tramas, a sus personajes y a su universo. Ya vimos las posibles desventuras de su grupete de "tontines" al entrar al secundario, al salir de él, al llegar al matrimonio, al salir de él, al debutar sexualmente, y así. Sólo la serie de Adam McKay ("Anchorman", "Talladega Nights" y la inminente "Step Brothers") parece ir por un camino paralelo. Tal vez sea esa la que finalmente quede en la memoria. Y el "universo Apatow" se convierta, con el correr de los años, el "universo McKay".
Como muestra, les dejo esta joyita que el propio McKay y Will Ferrell hicieron el año pasado para internet. Se llama "The Landlord" y la protagonista es Pearl, la hija de McKay.
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1 comentario:
Sinceramente creo que Apatow está muy sobrevaluado, y después de esto pocas ganas me quedan de rastrear esta película. Me quedo toda la vida con McKay, bastante más interesante por cierto.
Saludos.
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