28.7.08

Ozu desconocido



Teatro San Martín
Ozu desconocido

Once clásicos inéditos en Argentina, en la Sala Leopoldo Lugones

El Complejo Teatral de Buenos Aires y la Fundación Cinemateca Argentina, con el auspicio y la colaboración del Centro Cultural e Informativo de la Embajada del Japón, han organizado un ciclo denominado Ozu desconocido, que se llevará a cabo del viernes 1º al domingo 10 de agosto en la Sala Leopoldo Lugones del Teatro San Martín (Avenida Corrientes 1530). La muestra estará integrada por once films inéditos en Argentina, enviados especialmente desde Tokio por The Japan Foundation.

Yasujiro Ozu es indudablemente uno de los más grandes realizadores de la historia del cine, dueño de un estilo al mismo tiempo clásico y moderno, referente ineludible a lo largo de una carrera que atraviesa cuatro décadas y más de cincuenta largometrajes. Sin embargo, más allá de un puñado de títulos que han recibido cierta exposición, su obra continúa siendo un territorio desconocido incluso para los cinéfilos más empedernidos. Este ciclo intenta echar luz sobre su enorme figura e incluye cuatro títulos realizados en el período mudo -clara demostración de su temprana maestría cinematográfica-, dos largometrajes muy poco vistos producidos durante la posguerra inmediata, su penúltimo film y el único documental de su filmografía.

“La carrera de Ozu se define por ser un proceso de perfeccionamiento: afinó constantemente sus técnicas, sus contenidos y todo tipo de comentarios. (…) Una manera de definir el estilo de Ozu es la de señalar lo que en dicho estilo no existe. Ozu es un cineasta que no hace ciertas cosas. Este enrarecimiento de la técnica fue continuo a lo largo de toda la obra del cineasta, desde su primera hasta su última película. A medida que fue envejeciendo hubo más y más cosas que Ozu dejó de hacer” (Paul Schrader, El estilo trascendental en el cine: Ozu, Bresson, Dreyer).

“Ozu fue el único cineasta que logró tornar sensibles el tiempo y el pensamiento, volverlos visibles y sonoros” (Gilles Deleuze, La imagen-tiempo).

“La obra de Ozu es de aquéllas cuyo descubrimiento, aunque tardío, nos obliga de alguna manera a repensar todo el cine” (Alain Bergala, Cahiers du Cinéma número 311, 1980).

La agenda completa del ciclo es la siguiente:

Viernes 1º: Días de juventud (Wakaki hi; Japón, 1929)
Dirección: Yasujiro Ozu.
Con Ichiro Yuki, Tatsuo Saito, Junko Matsui.
En el octavo largometraje en la carrera de Ozu -y el film más temprano del cual se conservan copias- ya puede apreciarse el estilo meticuloso del realizador. Días de juventud es una comedia en la cual los estudiantes Watanabe y Yamamoto, mejores amigos en la universidad, se enamoran de la misma mujer, amenazando con romper esa relación de amistad. Durante las vacaciones, ambos siguen a la joven a un centro de ski, donde tratan de impresionarla y cortejarla de la mejor manera posible. La estructura simétrica y el tono amable de la narración rinden tributo a dos de los realizadores favoritos de Ozu: Ernst Lubitsch y Harold Lloyd.
“De ninguna manera Días de juventud puede ser considerado un trabajo de aprendizaje. A esa altura de su carrera, Ozu ya dominaba todas las convenciones narrativas del cine occidental” (David Bordwell, Ozu and the Poetics of Cinema).
A las 17, 19.30 y 22 horas (103’; 16mm.).

Sábado 2: He reprobado, pero… (Rakudai wa shita keredo, Japón, 1930)
Dirección: Yasujiro Ozu
Con Tatsuo Saito, Kaoru Futaba, Kinuyo Tanaka.
Takahashi y sus amigos, un grupo de estudiantes universitarios, deciden hacer trampa en los exámenes, pero el plan fracasa cuando la camisa en la cual están anotados los apuntes es enviada a la lavandería por la dueña de la pensión. Todos ellos reprueban y deben enfrentar otro año de estudios, pero los compañeros que sí se han recibido se enfrentan al problema de la falta de trabajo. Similar en tono a Días de juventud -e igualmente influenciada por Lubitsch y Lloyd-, He reprobado, pero… es una comedia melancólica centrada en el paso a la madurez y la responsabilidad.
“Ozu creó su estilo propio tomando influencias de todo tipo y origen. Al apropiarse de ellas, usando y descartando según fuera necesario, Ozu ofrece algo cercano a un paradigma respecto de la manera en que solían trabajar los grandes realizadores japoneses del período clásico”. (Donald Richie, A Hundred Years of Japanese Cinema)
A las 17, 19.30 y 22 horas (64’; 16mm.)

Domingo 3: Coro de Tokio (Tokyo no korasu; Japón, 1931)
Dirección: Yasujiro Ozu.
Con Tokihiko Okada, Emiko Yagumo, Hideo Sugawara.
Combinando la comedia de estudiantes, el film de asalariados y el drama doméstico -tres géneros típicos del cine japonés del período mudo-, Coro de Tokio es considerada una película bisagra en la filmografía de Ozu, particularmente por su aproximación realista al terreno de la comedia. Okajima es empleado de una empresa de seguros y, como todos los años, espera la bonificación anual que le permita alguna gratificación para su esposa y sus hijos. Pero las cosas se complicarán cuando pierda su puesto luego de defender los derechos de un compañero de trabajo. El film alterna de manera exquisita las secuencias de comedia con los comentarios sociales y fue definido por el crítico Tadao Sato como una “tragedia alegre”.
Para Ozu “Tokio es no sólo la ciudad de los desempleados, sino también una ciudad de pequeños grupos entrelazados que pueden absorber los golpes individuales de la vida en el nuevo Japón. (…) A partir de este film, Ozu se transforma en un gran cineasta” (David Bordwell, Ozu and the Poetics of Cinema).
A las 17, 19.30 y 22 horas (90’; 16mm.)

Lunes 4: Capricho pasajero (Dekigokoro, Japón, 1933)
Dirección: Yasujiro Ozu.
Con Takeshi Sakamoto, Nobuko Fushimi, Den Obinata.
En este film Ozu introduce un personaje que reaparecería en otros tres largometrajes: Kihachi, obrero de los barrios pobres de Tokio y padre “soltero”, interpretado por Takeshi Sakamoto con una perfecta mezcla de malicia e ingenuidad. Con un estilo visual sofisticado y un entendimiento profundo de las frágiles relaciones humanas, Capricho pasajero presenta dos líneas narrativas en las cuales se cruzan los conflictos generacionales entre padre e hijo y un posible triángulo amoroso que nunca llega a serlo.
“El personaje de Kihachi es un buen ejemplo de la amalgama de las diversas influencias que conforman el estilo de Ozu. En algún momento, el realizador declaró que el personaje de Kihachi estaba basado en una persona real que había conocido durante su infancia. Al mismo tiempo, Kihachi es Ozu. Pero también está integrado por influencias cinematográficas, particularmente el personaje interpretado por Wallace Beery en El campeón. Años después, esa tipología tendría un descendiente directo en el protagonista de la saga Tora-san. (Donald Richie, A Hundred Years of Japanese Cinema).
A las 17, 19.30 y 22 horas (100'; 16mm.)

Martes 5: La danza del león (Kagamijishi; Japón, 1936)
Dirección: Yasujiro Ozu.
A mediados de los años 30 el gobierno japonés comenzó a promocionar con fuerza los así llamados “films culturales”, cortometrajes educativos y propagandísticos que celebraban las tradiciones niponas y que se exhibían en escuelas y centros comunales. Producido por la Asociación Cultural Japonesa, La danza del león es un documental acerca del teatro Kabuki centrado en el gran actor Onoye Kikugoro y su famosa interpretación de la obra Kagamijishi. De enorme interés por su temática y su calidad de excepción dentro de la obra de Ozu, este cortometraje es además el primer film sonoro del realizador. (25’; 16mm.)

Memorias de un inquilino (Nagaya shinshiroku; Japón, 1947)
Dirección: Yasujiro Ozu.
Con Chouko Iida, Hohi Aoki, Eitaro Ozawa.
Ozu regresa a los barrios pobres de Tokio en este film rodado en el Japón de posguerra, un tributo a la maternidad y el espíritu comunal. Un hombre encuentra a Kohei, un niño abandonado, y lo lleva consigo a su vecindad, pero nadie quiere ocuparse de él siquiera por una noche. Otane, una viuda malhumorada, accede finalmente a hacerse cargo de él durante algunos días, pero la relación entre ambos empeora día a día. Pero luego de que Kohei moja la cama y escapa por temor a las represalias, la mujer iniciará una búsqueda desesperada en las calles de Tokio.
“A partir de esta simple historia sobre los cambios en los sentimientos de los personajes, que transcurre a lo largo de cinco días y sus correspondientes noches, Ozu dispone su característico uso de estructuras y patrones de repetición. (…) Si Ozu hubiera dirigido solamente este breve film de 72 minutos, aún así debería ser considerado uno de los grandes cineastas de la historia” (David Bordwell, Ozu and the Poetics of Cinema). (72’, 16mm.)

A las 17, 19.30 y 22 horas (Duración total: 97’).

Miércoles 6: Una gallina en el viento (Kaze no naka no mendori; Japón, 1948)
Dirección: Yasujiro Ozu.
Con Kinuyo Tanaka, Shuji Sano, Chieko Murata.
Uno de los films menos vistos de Yasujiro Ozu, Una gallina en el viento muestra un grave problema de la posguerra japonesa: el crudo panorama que se encontraban los combatientes al volver al hogar y descubrir los tremendos sacrificios que habían tenido que hacer sus familias durante su ausencia. Mientras su marido está en la guerra, Tokiko vive con su hijo en una humilde casa. Para salvar a su hijo, gravemente enfermo, y pagar las cuentas del hospital, Tokiko decide prostituirse durante una noche. Cuando regresa del frente, el marido no puede tolerar ese hecho del pasado, respondiendo con una violencia física absolutamente atípica para el cine de Ozu.
“Ozu solía trabajar con el mismo equipo técnico y artístico y en muchos casos con el mismo reparto de actores. Su co-guionista Noda Kogo, su camarógrafo Atsuta Yuharu, su director de arte Hamada Tasuo y su editor Hamamura Yoshiyasu iniciaron una colaboración con el realizador que comienza en Una gallina en el viento y continúa hasta Una tarde de otoño, su último largometraje” (Donald Richie, A Hundred Years of Japanese Cinema).
A las 17, 19.30 y 22 horas (84'; 16mm.).

Jueves 7: El sabor del té verde con arroz (Ochazuke no aji; Japón, 1952)
Dirección: Yasujiro Ozu
Con Shin Saburi, Michiyo Kogure, Koji Tsuruta.
Una pareja de clase acomodada experimenta una crisis en su matrimonio. Taeko, una mujer caprichosa y muy sofisticada, soporta cada vez menos a su marido, un hombre con unos gustos y unas costumbres muy simples; aburrida de él, lo trata con desprecio. El guión de El sabor del té verde con arroz fue escrito en el año 1940, luego de que Ozu regresara de la guerra, y es considerado uno de los films más relevantes de su carrera, aunque el mismo director lo consideraba “poco satisfactorio”. El título del film proviene de un viejo proverbio que celebra los gustos simples en la vida.
“Un patrón frecuente en la obra de Ozu es el de cortar hacia un espacio varios segundos antes de que alguien esté allí presente, o demorarse en un espacio vacío por intervalos a veces considerables una vez que los personajes han salido. El film El sabor del té... está estructurado parcialmente a partir de travellings de la cámara que ocurren en esos momentos desprovistos de acción” (Kristin Thompson y David Bordwell en Space and narrative in the films of Ozu, revista Screen, vol.17, 1976).
A las 17, 19.30 y 22 horas (115'; 16mm.).

Viernes 8: El comienzo de la primavera (Soshun; Japón, 1956)
Dirección: Yasujiro Ozu
Con Chikage Awashima, Takako Fujino, Ryo Ikebe.
En su primer largometraje luego del éxito de crítica y comercial de Historia de Tokio, Yasujiro Ozu examina la vida cotidiana en el Japón del milagro económico a través de los ojos de un joven asalariado que, insatisfecho con su carrera y su matrimonio, entabla una relación amorosa con una colega. A partir de este film, Ozu dirigió al menos un film por año hasta su muerte en 1962, dando inicio a un ciclo de narraciones que desarrollan tópicos de su carrera como los conflictos generacionales y las crisis familiares, aunque con un creciente respeto y empatía por los personajes más jóvenes.
“He intentado reflejar el sufrimiento cotidiano en la vida de un típico empleado mientras la sociedad que lo rodea atraviesa fuertes transformaciones” (Yasujiro Ozu).
A las 14.30, 18 y 21 horas (145’; 16mm.).

Sábado 9: Crepúsculo en Tokio (Tokyo boshoku; Japón, 1957)
Dirección: Yasujiro Ozu.
Con Ineko Arima, Kamatari Fujiwara, Setsuko Hara.
Algunos temas centrales en la obra de Ozu son revisitados en este melodrama que narra la progresiva desintegración de una familia. Takako, la hija mayor de la familia, escapa de su marido alcohólico y regresa al hogar paterno junto a su hijo. Mientras tanto Akiko, su hermana menor, descubre que está embarazada luego de que su novio la abandona. Un secreto familiar guardado durante años tendrá resultados devastadores.
“Crepúsculo en Tokio representa un caso de lucha interna entre sus componentes, donde los elementos y procedimientos melodramáticos chocan con el gusto de Ozu por la sugestión y las estructuras abstractas” (David Bordwell, Ozu and the Poetics of Cinema).
A las 14.30, 18 y 21 horas (140’; 16mm.). FOTO

Domingo 10: El otoño de la familia Kohayagawa (Kohayagawa-ke no aki; Japón, 1961)
Dirección: Yasujiro Ozu
Con Ganjiro Nakamura, Setsuko Hara, Yoko Tsukasa.
También conocida con el título El fin del verano, El otoño de la familia Kohayagawa es el penúltimo largometraje en la carrera de Yasujiro Ozu, su film número 53 y el quinto en ser rodado en colores. El relato encuentra a los miembros de la familia Kohayagawa explorando la posibilidad de ayudar a encontrar un posible marido para su hija política, enviudada recientemente. Mientras tanto, el patriarca Manbei comienza a comportarse de manera extraña, tomando incluso una amante para desconcierto de todos. Cuando el anciano enferma, la unidad de la familia es puesta en duda.
“El film comienza de la manera más ligera. Uno espera una comedia, realizada de una manera consumada, el tipo de película que Ozu hacía a comienzos de los años ’30. La superficie es mundana y no hay atisbos de las profundidades en las que luego se sumergirá el film. Con humor, poco a poco el director se interna más y más en el tema de la muerte. Y la muerte triunfa, es mostrada de la manera más directa e inflexible: la cama del funeral, el crematorio, la chimenea humeante. Al final, la familia vuelve a casa y sólo quedan cuervos. Es quizás el único film de Ozu en el cual no hay un sobreviviente espiritual. Uno de los films más bellos de Ozu, y también uno de los más perturbadores” (Donald Richie, Ozu).
A las 17, 19.30 y 22 horas (103'; 16mm.).


Informamos que las localidades para la Sala Leopoldo Lugones podrán adquirirse personalmente con seis días de anticipación (incluyendo el día de la función) en las boleterías del Teatro San Martín.

Precio de las localidades en la Sala Leopoldo Lugones $ 7.- Estudiantes y jubilados $ 4.- (Los interesados deberán tramitar su credencial de descuento en el 4° piso del Teatro San Martín, de lunes a viernes de 10 a 16 horas.)

Venta de entradas y programación del Complejo Teatral de Buenos Aires: www.teatrosanmartin.com.ar.

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