Esta noticia es de esas que importan sólo a la pequeña comunidad festivalera y veteranos habitués del BAFICI. La inconfundible Tiziana Finzi --que anda siempre con una bandana en su pelo enrulado, que durante años fue programadora de Venecia, que se arroga en un libro haber descubierto ella sola el Nuevo Cine Argentino, que lleva años como una de las cabezas de programación del Festival de Locarno-- decidió hacer sus maletas, irse de Suiza y recalar en Miami.
Se entiende su partida de Locarno. Sin conocer las internas del festival, imagino que la convocatoria de alguien de afuera como Olivier Pére como director artístico la habrá dejado tecleando, ya que ella era una de las candidatas a reemplazar al director artístico saliente. No sé qué pasó en el medio (podría averiguarlo pero me da pereza), pero Finzi decidió llevarse su bandana a Miami, un festival que se había quedado sin director tras la última edición.
Es una buena noticia para Miami, un evento cuyo rumbo artístico nunca termina por definirse, ya que oscila entre el buen gusto de algunos programadores --especialmente en la sección latina-- con una búsqueda de estrellas para alfombras rojas y coberturas grandes en The Miami Herald. Lo que no me queda claro si para Tiziana es un desafío artístico o la promesa de un buen salario y la tranquilidad de un festival que está un poco "fuera de circuito", especialmente para lo que no es cine de América latina.
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