13.11.08

Diario de Mar del Plata - Parte 1


No sé porqué Mar del Plata me produce lo que me produce. Estar acá me resulta simpático, la gente del equipo de programación es criteriosa y amigable, me reencuentro con mis colegas en un ámbito más distendido que el del frenético BAFICI, hay sol, piscina, playa, no demasiada gente, estoy ubicado en un buen hotel, con internet gratis, consigo entradas para las películas sin inconvenientes. Todo tendría que ser ideal. Pero no lo es. ¿Por qué? Todavía no logro descifrarlo.

Tal vez sean los diálogos con los colegas, que empiezan por transmitirme sus quejas ante una serie de cosas (algo que es un hábito en este festival, uno saluda '¿Qué tal?' y la respuesta es alguna historia de algo malo que le pasó a esa persona), tal vez algo personal con la ciudad (que me produce un extraño efecto depresivo), o con la historia del festival. No lo sé. Todo está dado para pasarla bien, relajado, pero estar aquí es como entrar en una ola de rumores y murmullos apocalípticos sobre casi todo.

No exagero: en las menos de 24 horas que llevo aquí hablé con unas 20, 25 personas y escuché quejas sobre las entradas, las proyecciones, la falta de fiestas, de lugares de encuentro, de problemas internos del festival, la desorganización de prensa, de los hoteles, de los horarios, del tiempo, del frío por la noche, del calor en las salas, de la mala comida, y podría seguir así por horas.

Estoy seguro que todo eso mismo pasa en cientos de festivales, pero aquí es siempre el tema de conversación obligado. BAFICI tiene también cantidad de problemas organizativos (el tema entradas y atención en salas es peor que acá), pero nadie le pone demasiada atención, nadie hace eje en eso.

No quiero con esto decir que todo está bien aquí y que el problema somos sólo nosotros, que miramos el festival con desconfianza. No, Mar del Plata es un evento complicado y problemático, y este año no parece ser la excepción, lo cual es especialmente frustrante porque se había empezado a ganar esa batalla.

Pero recién llego. Todavía me quedan cientos de quejas por escuchar...

1 comentario:

Anónimo dijo...

Es triste pero real y cómo bien decis se habia logrado armar un clima, un lugar de encuentro, hasta el punto que en anteriores oportunidades se mencionaba el logro del material proyectado.

A todos nos ocurre que hablamos con alguién que estuvo, o esta en el Festival, ya sea invitado,periodista, o estudiante que se paga la entrada y comenta lo mismo que vos.....es una lástioma que no se logre posicionar a MdQ como un verdadero Festival Clase A.
Dónde quieran venir directores, periodistas, público.
que todos los años uno no sepa con que se va ha encontrar, y que lo único que se priorice es compararse con BAFICI.

Ojala los medios se hagan eco de todo esto.