18.6.08

De 32 a 5, sin escalas

La película de Leonardo Favio, "Aniceto", no fue un gran éxito comercial. Con 16 mil personas en cinco días (11 mil en cuatro días, lo que se calcula habitualmente) y en 32 salas se puede decir que fue un fracaso. No sonoro, ni terrible, ni tremendo. Solo que no funcionó. Ahora bien: no se entiende por qué la película se cae de las 32 salas que salió originalmente a las ¡5! en las que quedó después de la primera semana.

Se podría entender una reducción en salas (digamos, a la mitad), pero esta forma de borrar la película del mapa para hacer entrar a "Hulk" y a "El fin de los tiempos" hace imposible que la película sobreviva, mínimamente. De esas 16 mil personas que vieron "Aniceto" en el fin de semana largo, varias seguramente la recomendarán. Pero los que ya quieran ir a verla se encontrarán con que, de las salas grandes, solo quedó en una del Abasto y en el Gaumont. Directamente, la borraron.

Si se habla de que una de las deudas pendientes "oficiales" del cine argentino es el cuidado de la distribución y comercialización de sus películas, aquí hay una prueba más de que la Ley de Cine funciona mal o directamente la pasan por arriba. No tengo los datos exactos de cuántos espectadores por sala y por día hizo, y si esa media debería permitirle quedarse más tiempo en esas salas (los detalles numéricos de la Ley de Cine me exceden, pero recuerdo que había una cláusula que tenía que ver con una permanencia de dos semanas mínimo), pero la eliminación absoluta de la película me parece vergonzoso, catastrófico, especialmente tomando en cuenta que se trata de una figura irreprochable como Favio haciendo su primera película en quince años.

También la película de Pablo Trapero, "Leonera", se vio perjudicada por estos estrenos y por los de "Narnia" y "Sex & the City" la semana pasada. Sigue con la misma cantidad de copias, pero los complejos la mandaron a sus sucursales menos concurridas con lo que obviamente la película caerá rápidamente en cantidad de espectadores.

Buena parte del cine argentino funciona gracias al "boca en boca". Seamos honestos: la gente no corre a ver las películas de Favio, Trapero o Burman el primer fin de semana como lo hacen con "Indiana Jones", "Narnia" o lo harán con "Superagente 86". Y si no se les da un mínimo tiempo a las películas para que se encuentren con su público, con la calidad no alcanza. Cuando el "boca en boca" favorable comienza a rodar, lo más probable es que al que quiera verlas no le quede otra que terminar consiguiendolas en el Parque Rivadavia...

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