20.6.08

Algunas vagas consideraciones sobre la Nueva Comedia de Hollywood (I)


El otro día vi "Forgetting Sarah Marshall", una de las más recientes integrantes de la familia Apatow, considerado el Rey de la Nueva Comedia de Hollywood (en El Amante gustan llamarla NCA, pero eso me genera confusiones con el llamado "ya saben qué", asi que preferí autobautizarla NCH, y cambiar el "americana" por "Hollywood", sepan disculpar) y si bien no pude dejar de disfrutar con algunos de sus chistes y situaciones, empecé a sentir que ciertas aristas de este género tan en boga -las que lo hicieron tan atrapante en los últimos años-- habían empezado a perder cierto interés,

Hoy Apatow produce, escribe y dirige cinco cosas a la vez, su elenco de figuras repetidas (Jonah Hill, Paul Rudd, Michael Cera, John C. Reilly, Leslie Mann, Seth Rogen, Jason Segel y, por supuesto, los capocómicos de turno) ya son facilmente reconocibles y cada una de sus películas genera una sensación de comodidad, de estar entre amigos, viejos conocidos, "pals".

Pero, como pasa en las verdaderas familias y con los amigos, hay momentos donde uno puede cansarse de ellos. No cansarse del todo, claro, pero sí que sus chistes repetidos se nos vuelvan demasiado previsibles y con el correr del tiempo empiecen a perder parte de su gracia. Especialmente si uno los ve muy seguido.

Con el Clan Apatow, noté, mientras me preparo para ver la muy maltratada "Walk Hard" (mi radar me dice que las más maltratadas suelen ser las que más me gustan en este género) que empieza a resultar algo circular y reiterada su propuesta, su simpática alianza con el nerd y perdedor (en este caso el tal Segel, un grandote con cara de nene bueno, de esos a los que toda tía pellizcaría en sus cachetes) enfrentado a ejércitos de mujeres que lo tienen a mal traer y que, en general, suelen ser mucho más bonitas que él.

Hay una escena en medio de la película en la que Sarah Marshall --la chica que dejó al bueno de Peter y que él trata de olvidar yendo a Hawaii y encontrando que ella fue a ese mismo lugar pero con su nuevo novio, un sexy rockero inglés-- se encuentra con Rachel, la chica que atiende el Front Desk del hotel de la que Peter está empezando a enamorarse. Ambas hablan loas de Peter, una se pone a llorar, y nuestro amigo queda elevado a la categoría de semidios.

Como en "Knocked Up" (Ligeramente embarazada) o "Virgen a los 40" ese personaje aparentemente impresentable se transformará en un objeto de deseo difícil de creer. Uno sabe que Apatow y su gente buscan la identificación del público masculino con este querible perdedor y, también, la del femenino, que debería encontrar en ese tipo tierno y sensible (Peter se la pasa llorando media película) la solución a todos sus problemas con el otro sexo. Apatow los hace lo suficientemente torpes, banales y, si se quiere, adolescentes, como para hacernos poner en duda su capacidad de afrontar relaciones serias, pero lo que nadie duda --de entrada-- es de que se trata de chicos que toda madre quisiera para su hija, sólo que de tanto en tanto se fuman un porro (este, ni eso), se desnudan por cualquier cosa o tienen infantiles obsesiones deportivas o cinematográficas.

Los críticos solemos ser especialmente indulgentes con este tipo de personajes sensibles y ligeramente impresentables, tal vez porque hay un proceso de identificación bastante importante y su triunfo es el triunfo de muchos de nosotros. Pero especialmente en las películas "para toda la familia" del Clan Apatow (las de Adam McKay, por ejemplo, no entran en este grupo, son las más delirantes e irreverentes, y él es el verdadero Preston Sturges del Clan), hay un sistema que parece estar al borde del agotamiento.


Insisto, "Forgetting Sarah Marshall" tiene sus momentos encantadores, es disfrutable y por momentos hasta muy graciosa, pero me parece parte del sector más conservador de este tipo de películas. Se suele hablar de "aburguesamiento" en el NCA (debate que fue, aparentemente, borrado de un plumazo gracias a "Leonera", pero que seguro reaparecerá ante la próxima de...) y uno podría achacarle lo mismo al NCH. Por supuesto que el género tiene su larga vida y excede por mucho al equipo de Apatow. Hay títulos que uno espera con ganas para los próximos meses ("Pineapple Express", "Step Brothers", la muy divertida "Semi-Pro", "The Rocker", "Tropic Thunder"), pero hay una línea "safe" de este tipo de películas que corren el riesgo de "asimilarse", de perder su individualidad, sus rasgos característicos.

Son películas en las que la excentricidad, el delirio o la personalidad desquiciada de los protagonistas quedan reducidas a pequeños toques (Peter compone un pésimo musical sobre Drácula, es sorprendido desnudo un par de veces, y hay una pareja en el hotel que tiene un muy peculiar funcionamiento sexual) que los conectan con la galería de los Ricky Bobby o los Barry Egan. Toques que parecen puestos como pequeños guiños para "miembros de la familia" en películas que parecen hechas por los miembros menos inspirados del grupo, o los que son los encargados de mantener las cuentas de la casa en orden.

Más cerca de "Ligeramente embarazada" que de, digamos, "Superbad" ("Supercool"), "Forgetting Sarah Marshall" --cuyo estreno está anunciado, en imdb, para el 11 de setiembre en la Argentina aunque, con este tipo de películas nunca se sabe si siquiera se van a estrenar-- es una película divertida, pero menor, del cánon Apatow. Que el nerd se quede con la chica es tierno, pero no es suficiente. Prefiero a Will Ferrell y a su banda de basquetbolistas de madera saltando y festejando a los gritos: "Fourth place!" "Fourth Place!" ("¡Cuarto lugar!" "¡Cuarto lugar!"

Nice guys don't win. Nice guys finish in fourth place. And that's OK.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Ah, se estrena el 11 de septiembre: dia del maestro (Ayyy)