Hoy fui a ver "La momia 3" con mis hijos al Cinemark Caballito. Primer viernes de vacaciones de invierno, 5 de la tarde, versión doblada al castellano. Recordando las discutidas notas de "El amante" sobre hábitos y costumbres del espectador, me empecé a fijar con detalle en el tema. Las perspectivas eran temibles: película taquillera, familias, niños, adolescentes, sala llena. El resultado fue sorprendentemente calmo. Más que positivo.
Más allá de lo insípido de la película --hay una fascinación aquí por la saga de "La momia" que jamás compartí, con o sin Stephen Sommers, director al que no pondría jamás en el panteón de nada--, descubrí que el público no cometía ningún tipo de desmán. Algunos hablaban, un poco (yo lo hacía también, mi hijo menor tiene 8 años y la película es para mayores de 13 y necesitaba alguna que otra explicación); no escuché a nadie comer demasiado ruidosamente (o tal vez la banda sonora tapaba los ruidos); una o dos personas se levantaron de sus asientos (tal vez para ir al baño, no les pregunté) y muy poco más sucedió fuera de la pantalla. Ni siquiera vendedores dando vueltas. Nada.
Aclaro que no voy mucho al cine fuera de las funciones de prensa (las llamadas "privadas") y menos aún para ver tanques taquilleros, es por eso que disculpen si sueno como si estuviera (re)descubriendo un mundo ajeno. Juraría que es más insoportable el ambiente de una privada de cine con cientos de personas lanzándose a la captura de una medialuna, con grupitos que se sientan y hablan sin parar (me incluyo, a veces) y con teléfonos celulares sonando.
Aquí no noté nada de eso. De hecho, creo que el que más se movía, incómodo, pensando porqué no cambiar de sala y volver a ver "The Dark Knight" o "Wall-E" era yo.
5 comentarios:
Comparto tu opinion, Diego. Estuve en funciones de prensa durante el BAFICI y confirmo que ver peliculas con criticos, y estudiantes de cine estereotipados suele ser mas molesto que ir un dia a la tarde (vi los simpsons un domingo a la mañana llena de chicos) a ver un tanque estadounidense en plenas vacaciones de invierno.
Y es mas, durante un festival de mar del plata, un critico muy reconocido de un medio popular (no voy a decir el nombre) se sento a mi lado (llego casi empezando la funcion y no habia mas asientos) y admito que fue una de las personas mas molestas con las que me sente: se apoyaba en el apoyabrazos que ambos compartiamos como si yo no estuviera, obligandome a inclinarme hacia el otro extremos, con la pierna derecha cruzada sobre la izquierda de forma expansiva, mordiendose las uñas y escupiendolas al asiento de adelante.
Saludos
la otra vez lei con referencia no me acuerdo a que, una reflexion de Susan Sontag que quizas es aplicable a la busqueda de algunos criticos de un espacio independiente cada vez mas distanciado del espectador (o de el critico como espectador).
"Lo mismo ocurre con nuestras vidas. Si las observamos desde afuera, tal como la influencia y la divulgación de las ciencias sociales y la psiquiatría han inducido a la gente a hacer, nos vemos a nosotros mismos como ejemplos de generalidades y, al hacerlo, caemos en una profunda y dolorosa alienación de nuestra propia experiencia y nuestra humanidad"
está en "Sobre el Estilo".
Quizas sea el tiempo de una NO critica, quizas realmente a nadie le importen las criticas (mas que como justificacion del sistema para echarle la culpa a alguien de los fracasos) o quizas hay un modelo de critica (¿seria?) que esta en crisis (y acabado).
Muy bueno el blog
Felicitaciones
creo que nada supera a la experiencia de ver una película en la función para programadores de salas...inenarrable
No creo que sea tiempo de la NO crítica ni tampoco el fin de la crítica seria. Lo que sí creo es que los críticos tenemos que ser conscientes de que nuestros temas e intereses no siempre son los que tiene la mayoría de la gente que va al cine. Creo que nuestra función es, un poco, acercar esos dos mundos más que alejarlos o considerarnos "mejores espectadores" que los demás.
Y para "perez", si bien concuerdo con que los exhibidores y programadores son lo menos como "compañeros de salas" (hablan a los gritos por teléfono, entran y salen de la sala) mi última experiencia fue impresionante. Así vi "The Dark Knight", sin subtítulos siquiera, y casi nadie movió un pelo durante las dos horas y media de la película.
a eso iba antes...
¿hay dos mundos?
o hay gente que se aleja del unico que existe, justificandose cada tanto para crear otro que no existe, creando monstruos y viendo conspiraciones (populares generalmente) donde no las hay.
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