No, no vi el partido. Pero me alegraron la madrugada al regresar al hotel. Pensé, sinceramente, que con la caída de Manu y con varias derrotas previas contra Lituania, el asunto se iba a hacer muy difícil. Pero lo sacaron adelante. Y lo que es mejor, por lo que pude leer, es que lo hicieron con un gran aporte de los suplentes, lo cual abre un poco las esperanzas para el futuro, ya que todos tenemos la sensación de que la etapa Potencia del básquet argentino se va acabando. Tal vez sea así, ¿quien lo sabe? Pero tal vez, como pasó en el tenis, el éxito de una generación abra paso para que salgan muchos más que se dediquen a ese deporte, que sea algo contagioso.
Lo fue verlos jugar hasta los cuartos de final. Me perdí los dos últimos y espero que en T&C se dignen a repetirlos en la semana. Ganarle a Lituania sin Manu, con suplentes, con varios lesionados y, por momentos, por más de 20 puntos, me asombra. Y alcanza a cerrar un balance de la participación olímpica argentina muy similar al de Atenas 2004. No hay mucho para celebrar --los medallistas son prácticamente los mismos--, será hora de poder correr alguna carrera de algo y no verlos pasar de lejos. ¿Será tan complicado?
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