15.8.08

En defensa del cine argentino

Muchos nos sorprendimos, ayer, al recibir una gacetilla que decía que el distribuidor Pascual Condito, de Primer Plano, un viejo conocido de todos en el gremio, iba a dar una conferencia de prensa respecto del estado del cine nacional. No es habitual que un distribuidor llame a la prensa con este objetivo, pero queda claro --leyendo el texto de su alocución que fue enviado a los medios-- que lo que Condito tenía para decir era urgente y necesario. Y es por eso que preferí copiarles --ligeramente resumido-- el texto de su conferencia, para que se enteren de la difícil situación que vive el cine argentino en el terreno de la exhibición. Lo que sigue es el texto de la conferencia.

"Hoy quise sentarme delante de ustedes, mis pares, mis colegas, mis socios, mis empleados, mis clientes, mis amigos y toda la prensa en mi calidad de Presidente de Primer Plano Film Group , una compañía que opera en la distribución cinematográfica desde hace más de 10 años, especialmente con cine nacional.

Muchos conocen de mi pasión por lo que hago y esa pasión fue la que me permitió sostener mi empresa en muchas oportunidades en las que tuve que lidiar con diferentes obstáculos. Pero nunca pensé que iba a tener que enfrentar situaciones como las ocurridas durante este último tiempo.Entiendo que ya no puedo callarme.

Es imprescindible que hablemos y reaccionemos frente a los graves hechos de DISCRIMINACIÓN que está sufriendo el cine argentino y en consecuencia nuestra cultura.

Soy conciente que los tiempos han cambiado, que el negocio ha cambiado pero acompañar estos cambios no significa aceptar COMPETENCIA DESLEAL. Durante el periodo de vacaciones de invierno que acaba de finalizar el cine nacional ha sido masacrado y discriminado.

Se estrenaron 3 títulos nacionales: Los Superagentes por Argentina Sono Film, Valentina por Pachamama y100% Lucha, La película, esta última distribuida por mi empresa

Si bien las 3 películas han sufrido una presión inconcebible a la hora de conseguir salas donde ser exhibidas, voy a referirme específicamente a 100% Lucha, que fue nuestro estreno de vacaciones de invierno.

Como indica la ley, 100% Lucha fue propuesta para ser estrenada durante el tercer trimestre del 2008, es decir para las vacaciones de invierno. Se informó de este estreno al Incaa y se solicitaron salas a los exhibidores de todo el país 30 días antes de comenzar el trimestre.

Teniendo en cuenta que las vacaciones de invierno en el interior del país comienzan antes que en Buenos Aires, se planificó el estreno el 10 de julio en el interior y el 24 de julio en Buenos Aires. El lanzamiento estaba previsto en cerca de 90 copias comenzando con disponer de 40 para el interior.

Allí comienza la primera batalla.

Las plazas del interior estaban comprometidas para otros estrenos dejando al cine argentino sin espacio. Así fue que muchas salas solo nos prometían algunas funciones. Piensen ustedes lo que significa invertir en una copia para que la película solo se exhiba con 2 o 3 funciones diarias como sucedió en algunos casos...

Les recuerdo que la ley obliga a exhibir funciones completas en la semana de estreno de una película nacional. No obstante, aceptamos las migajas que nos ofrecían para poder tener presencia en el interior.

El jueves 10 de julio estrenó la película con 39 copias en el interior del país.El lunes 14 de julio fue el inicio de las vacaciones de invierno y ese mismo lunes tuvimos que librar otra batalla con los exhibidores. La película, con las pocas vueltas en horarios en su mayoría poco convenientes para el público infantil no había cubierto las medias previstas y se retiraría de la mayoría de las salas.

Pregunto…. Como se puede hacer taquilla con una película para público infantil antes del comienzo de las vacaciones y con tan pocas funciones comparadas con la cantidad de vueltas con que gozaban otros títulos?

Seguimos peleando por nuestro producto y logramos quedar en 24 salas del interior. La película demostró que tenía posibilidades. Una vez comenzadas efectivamente las vacaciones comenzó a acumular espectadores tal cual estaba previsto.

Me permito recordar que la película fue lanzada con gran promoción y publicidad incluyendo 5000 segundos de televisión en todas las repetidoras de Telefe. Llegó la semana del 24 de julio y una vez más tuvimos que luchar para que le dieran espacio en las salas de Buenos Aires.

Primer Plano cumple con todas las obligaciones que marca la ley pero junto con el productor Alejandro Gruz y sus asociados no tuvimos más opción que aceptar lo que los circuitos exhibidores nos solicitaron: para poder contar con salas debimos firmar una autorización a exhibir la película en menos funciones de las que obliga la ley. Fue la única manera de poder programar la película.

100% Lucha se estrenó en 33 salas de Buenos Aires y permaneció en algunas del interior exhibiéndose con 43 copias. No obtuvimos ninguna sala en el barrio de Belgrano donde existen 24 pantallas y no tomamos en cuenta salas como los Arteplex que se dedican especialmente a cine de arte. Recién logramos una sala en esta plaza en la segunda semana de vacaciones.

El lunes siguiente, fecha de inicio real de vacaciones otra vez la lucha descarnada por permanecer en las salas. La película consiguió el 8° puesto en el ranking después de ese primer fin de semana con un 20% a 40% sobre el total de vueltas que le hubieran correspondido si se cumplía con la ley dando todas las funciones.

El caso es que la película siguió creciendo a pesar de todo. A la semana siguiente conquistó el 6° puesto en el ranking y en la siguiente llegó al puesto 5° y este logro fue a pesar de que semana a semana se le iban recortando funciones.Es decir: menor cantidad de funciones, mayor taquilla.

Ese fue el premio que obtuvo la película, cuanto mejor funcionaba en lugar de darle más espacio, le reducían las vueltas. Parece que este es el nuevo manejo del negocio. Esto es a lo que debemos acomodarnos? Me pregunto que hubiera sucedido si la película contaba con una salida de 90 copias y funciones completas... o si al ver que el producto crecía le hubieran dado más espacio en la exhibición?Quién nos devuelve al productor y al distribuidor la taquilla que no pudimos acumular y que estimamos rondan en los 200 a 300.000 espectadores?

Según la nota publicada en el diario Clarín el pasado martes 100% Lucha bajó solo un 1% con respecto al fin de semana anterior, la menor caida de todas las películas en cartel. Insisto que estas últimas vacaciones de invierno han sido un claro escenario de discriminación al cine argentino. Mientras el resto de los estrenos se ofrecían con 10 y 12 vueltas, los 3 estrenos nacionales tenían, salvo excepciones, 2, 3 o 4 funciones y muchas de ellas en horarios poco propicios para el público infantil o en horas de la mañana.

En la semana que acaba de comenzar, finalizadas ya las vacaciones de invierno, entendemos y aceptamos permanecer en las salas con 2 o 3 vueltas. Lo que no entendemos es porque en la mayoría de las salas ponen la película en funciones de las 11 / 11.30 de la mañana, incluso algunas en trasnoche… Tiene sentido esto para una película infantil?

Hace ya muchos meses que vengo pensando en esto, luchando a brazo partido para poder encontrar la salida. Es la primera vez en la historia que suceden estas cosas en vacaciones de invierno. Antes, el exhibidor estaba ansioso por programar cine nacional en este periodo porque sabían que los títulos nacionales superaban el millón de espectadores.

Por que ahora este boicot?

Podemos citar los comentarios del Diario La Nación que sostiene que los estrenos nacionales de vacaciones de invierno han acumulado un total de 878.000 espectadores entre High School Music, Los Superagentes y 100% Lucha mientras que los 3 estrenos del año pasado (Incorregibles, El Arca e Isidoro) reunieron 1.271.000.

Desde mi experiencia, puedo afirmar que si Los Superagentes y 100% Lucha hubieran contado con todas las funciones desde su fecha de estreno, las estadísticas reflejarían otra situación. Entre las dos películas se perdieron entre 500 y 600.000 espectadores que sumados a los que perdió Valentina por las mismas razones hubiera superado con creces lo acumulado en el 2007.

Una estadística de posicionamiento del cine argentino sería si se toman en consideración la cantidad de funciones. Así arrojaría resultados reales. Como presidente de una empresa distribuidora vengo viendo que esta situación empeora en cada estreno.

No creo en la frase que sostiene que todo tiempo pasado fue mejor pero no quiero olvidarme de aquellos tiempos en que tener una película nacional enorgullecía a un distribuidor y era un negocio rentable. Recuerdo aquellos comienzos de semana en que las distribuidoras recibían la visita de los exhibidores para programar conjuntamente los estrenos.

El estreno de una película era realmente un negocio compartido e impulsado por el distribuidor y el exhibidor en forma conjunta. Hoy, esto no sucede cuando se trata de una película argentina. Hoy tenemos que llegar al lunes de la semana de estreno y esperar que un llamado telefónico nos informe cual es la suerte que correrá la película que vamos a estrenar.

El productor y el distribuidor han trabajado en el lanzamiento del producto, ya hay publicidad en la calle y pautas cursadas, ya está hecho el tiraje de copias en base a la solicitud de salas realizada antes de comenzar el trimestre como marca la ley y aun así, en lugar de trabajar conjuntamente discutiendo la salida con el exhibidor, solo debemos aceptar el espacio que ellos deciden darnos.

Por que no podemos sentarnos a dialogar con el exhibidor y planificar lo mejor para que el producto a estrenar sea un buen negocio para todos? No sería esta la mejor manera de manejar un negocio compartido?

Los responsables de la programación de las salas parecen ser los primeros prejuiciosos cuando la película a programar es argentina. A la hora de ofrecerles una proyección exclusiva para ellos, sistemáticamente tienen toda la agenda ocupada y pueden disponer de tiempo para visualizar la película a último momento.

Una vez combinada la proyección algunos ni siquiera asisten y terminan evaluando la posibilidad de estreno teniendo en cuenta SOLO que se trata de cine nacional. Solo esta condición de la película los habilita a hacer programaciones “de segunda”. No han sido pocas las oportunidades en que una película nacional ha sido programada por algún circuito sin ser vista por el responsable de la programación.

Todas las semanas vivimos lo mismo. Primero se programan los otros estrenos y el cine local deberá ubicarse en las salas que queden. No deberíamos priorizar la exhibición de nuestro cine? Es una batalla continua lograr que se exhiban los trailers, banners y afiches en las salas con la suficiente antelación. Cabe mencionar también la imposibilidad de poder cerrar promociones o bonificaciones en el costo de la entrada como se hace con otras películas.

Toda promoción que se planifique para que la película cuente con un arranque interesante de taquilla, en lugar de ser entendido como una ayuda al negocio compartido, es visto como un impedimento para poder sacarla de la sala cuanto antes. Es imposible poder planear con los exhibidores ninguna acción de promoción que nos permita promover el cine nacional.

Los distribuidores JAMAS somos consultados acerca de una promoción y solo debemos aceptar recibir bordereaux con infinidad de precios distintos…Pero pensar que un exhibidor acepte acompañarnos con un descuento para el cine nacional es una tarea que nunca se puede concretar.

Como les decía, lo acontecido en estas últimas vacaciones de invierno fue la estocada final para todo lo que viene sucediendo. Solo por mencionar algunos casos reflejados en las operaciones de mi empresa, puedo comentarles que nunca obtuvimos las salas solicitadas para Una Estrella y Dos Cafés, ni para Gigantes de Valdés, ni para El Resultado del Amor, ni para Yo Soy Sola, ni para La Ronda … y podría seguir dando nombres.

Ni siquiera se logró poder hacer respetar una película como Aniceto de Leonardo Favio con todo lo que este director significa para nuestra cultura y nuestro cine, considerado por la crítica como uno de los mejores directores de todos los tiempos.

Programado el estreno de Gigantes de Valdés y habiendo cumplimentado con todos los pasos que exige la resolución del Incaa, el lunes de la semana de estreno no nos daban las salas requeridas. Ya estaba todo Buenos Aires y el interior empapelados de publicidad, las pautas cursadas y el tiraje de copias listo. Así y todo debimos demorar el estreno una semana perdiendo el efecto publicitario.

Cuando estrenamos El Destino de Miguel Pereira, nos ocurrió lo mismo. Con una película como El Custodio que llegaba de Berlín habiendo recibido dos premios importantísimos, planificamos un estreno con 20 copias y solo nos dieron 13 salas. Cuando estrenó No sos vos, soy yo, una empresa exhibidora no nos dio ni una sala en sus complejos. Recién nos dio espacio en la segunda semana después de ver como funcionó la película.... pero, quien nos devuelve los espectadores que no perdimos en esa primera semana?

Entiendo que ya es hora de exponer en voz alta lo que esta sucediendo. Debemos tomar conciencia de la situación por la que está pasando nuestro cine. Desde que la exhibición en Argentina se concentró en manos de empresas extranjeras el cine argentino fue perdiendo espacio a pasos agigantados llegando a la actual situación donde lograr que una película nacional llegue al público en las salas se ha convertido en una lucha descarnada.

Salvo algunos pocos cines que solo cuentan con 2 o 3 pantallas donde es claro que con tantos estrenos por semana no pueden hacer malabarismos, el resto de las salas multipantalla independientes también se han sumado a esta modalidad instaurada por las empresas extranjeras.

Imaginen que si en Buenos Aires es complicado, estrenar en el interior es casi imposible aun cuando el mismo público, según muchos mails que recibimos, requiere el estreno de cine nacional en sus ciudades que antes eran plazas donde más se consumía el cine local. Evidentemente solo hay espacio para los blockbusters americanos que junto con los candy bar han modificado sustancialmente el negocio.

Los circuitos exhibidores no oponen resistencia en programar 3 o 4 títulos americanos pero consideran un despropósito querer estrenar dos películas nacionales en una misma semana aunque sean de diferente género. Con este estilo ya han perecido en el camino muchas salas independientes y muchas distribuidoras.

Parece que ahora le toca morir al cine nacional y porqué no mencionarlo también al europeo. A la hora de programar películas locales o europeas no hay dudas que nos encontramos con una clara y grave situación de DISCRIMINACIÓN.

Las empresas exhibidoras no solo manejan unilateralmente la salida de una película nacional sino también los porcentajes y los plazos de pagos de la facturación. Los distribuidores y productores somos convidados de piedra en la explotación de nuestro producto cuando en realidad ellos ponen las salas y el productor y el distribuidor todo el material en copias y el lanzamiento de la película.

Este debe ser un negocio compartido y consensuado.

No hace falta mucho más para darse cuenta que nuestro cine va rumbo a desaparecer. Toda política puesta a disposición de la producción, por más valiosa que sea, va a perder sentido si nuestro cine no puede verse en nuestro país.

No podemos aceptar que todo el esfuerzo puesto en producir y hacer crecer nuestro cine, nuestra cultura y nuestra identidad nacional, se pierdan en solo 4 días de un fin de semana cuando las películas quedan en manos de los exhibidores y desamparadas de toda protección.

Cualquiera de los que trabajamos en la industria cinematográfica sabemos de lo que significa encarar un proyecto desde el comienzo: aprobar un guión, gestionar un crédito, buscar inversores, pedir ayuda a festivales, emplear gente idónea, contratar profesionales, filmar y lograr llegar a la copia A planificando el lanzamiento y después solo nos queda ver que todo esfuerzo, incluso la ayuda económica que brinda el Incaa con los subsidios de lanzamiento y derecho de antena, se pierde al observar los resultados que da el cine argentino a la hora de llegar al público.

Cuando veo que nuestro cine es convocado, aplaudido y premiado por todos los festivales internacionales, cuando veo que el cine argentino se vende en los más remotos e impensados países del mundo… no puedo concebir como permitimos que en nuestro país sea tan rebajado y menospreciado.

NO PUEDO NI QUIERO SER COMPLICE DE TODO ESTO.

En honor a los años que llevo en esta actividad y por respeto a la gente con la que trabajo, no puedo quedarme callado frente a esta realidad. Por eso decidí convocarlos a todos ustedes con la intención de que nos unamos en la acción. Más allá de nuestra cultura, hay mucha gente que depende de la industria cinematográfica. No es mi intención manejar el negocio de nadie pero quiero hacer respetar el mío.

Como en todo negocio existe la competencia. Solo pretendemos que el cine nacional pueda competir en nuestro país bajo las reglamentaciones argentinas. Debemos unirnos en pos del negocio. Es preciso que se trabaje en forma conjunta. Todos los que estamos aquí presentes merecemos que nuestro trabajo se respete y todos los argentinos merecemos que nuestra cultura se respete.

Pero esto no debe quedar en palabras.

Todos somos parte de esta actividad y todos debemos abocarnos a la tarea de modificar esta situación. Se que no es fácil pensar en una política que regule esta modalidad del negocio pero es imprescindible para que nuestra industria permanezca viva. Pongamos a la industria de pie.

Propongo que la semana que viene el Incaa convoque a una reunión entre productores, directores, distribuidores y exhibidores para concertar y encontrar los caminos que nos permitan trabajar conjuntamente como corresponde a una industria como esta.

El cine argentino contaba con el 12% del mercado en el año 2006, descendió a un 10% en el 2007 y ahora ya apenas llegamos al 9%. Con los aires de renovación en el Incaa a partir de la asunción de la Sra Liliana Mazure, quien cuenta con muchos años de experiencia como directora y productora aquí y en el exterior, acompañada por la vicepresidenta la Sra Carolina Silvestre debemos poner fuerza, coraje, mucho trabajo de todos y decisión política para que el cine argentino recupere el lugar que se merece.

Revisemos y modifiquemos todo lo que este a nuestro alcance para que nuestra cultura sea respetada en nuestro país pero que sea ya.

NO HAY MAS TIEMPO."


1 comentario:

ElChapa dijo...

Un tema serio, desde hace tiempo ya...

Por suerte a "Un novio para mi mujer" le está yendo bien...a mi me pareció buena.

Saludos!

lossospechososdesiempre.blogspot.com