5.8.08

¿La película sorpresa?


Los amantes de lo bizarro tienen un nuevo fetiche: "100% lucha: la película". Según me ha comentado más de uno que vio la película, el asunto es bastante disfrutable y divertido, a partir de una gran autoconciencia de ese costado extravagante y, bueno, bizarro. No sólo ellos, parece, la disfrutaron. Si bien la película tuvo un estreno algo flojo en relación a las expectativas (para los que no saben o no viven aquí, "100% lucha" es un programa de box/catch/lucha o como se diga que va por TV), creció entre la primera y segunda semana ¡un 72 por ciento!

Si bien es usual que las películas crezcan durante las vacaciones, ninguna lo hizo como ésta --la mayoría, de hecho, cayó un poco-- y "100% lucha" permanece en más salas y está ya superando en recaudación a "Los Superagentes: la nueva generación", película que contaba con mayores expectativas comerciales.

No los voy a engañar: películas como "100% lucha" (y menos aún, "Los superagentes...") me interesan poco y nada --tuve una etapa "bizarra" pero la dejé hace bastante tiempo--, sin embargo hay algo de esta película que me intriga y me da hasta cierta ternura. ¿Se la podrá sumar a un cánon de "cine de luchadores" junto con similares pelis mexicanas? ¿O será simplemente que se la termina reivindicando en un panorama de cine nacional que desde hace semanas es bastante desolador?

Imagino que en el Parque Rivadavia ya debe ser un éxito de ventas. Y yo, si fuera F. M. Peña la empiezo a programar en las medianoches del Malba apenas baje de cartel. Después no digan que no avisé.

PD. No sé si la foto pertenece a la película, a la promoción de la película, a la serie o a qué, ¿pero no es genial?

3 comentarios:

Anónimo dijo...

100 % Lucha está realmente bien... bah, bien como puede estarlo una película mal actuada, mal filmada, mal editada, pero totalmente autoconciente. Lo bueno es que se ríe de sus falencias, pero no sólo eso, porque se anima a construir humor desde sus materiales. Es decir, no cae en la autoindulgencia o autocelebración de su berretismo. Y claro, está Osvaldo Príncipi, que es una maravilla de comicidad y de construcción de personaje/ser humano ambiguo y chispeante. La escena donde arenga a los luchadores es de antoogía. En serio, divierte con nobleza. Vale la pena.

saludos

San Pope dijo...

Como fanático del cine por un lado, de la lucha libre por el otro, y por lo tanto, de las películas de luchadores, sentí como una puñalada en mi único ojo sano al leer el comentario anterior, y parte también, en la nota principal.

Para que entiendan mi sentir, es como cuando los fanáticos de Batman vieron las películas de Schumacher.
El cinéfilo en general puede darse cuenta de que las películas son malas (mal actuadas, mal filmadas... etc), pero sale del cine y ya se olvidó de lo que vio.
Pero el fanático de las películas y también del personaje en particular, o de los luchadores en este caso, siente diferente cuando ve cómo se bastardea (hasta llegar a lo ridículo, humorístico o bizarro) lo que tanto le gusta.
El fanático del personaje sale del cine y después de ver los pezones del traje de Batman queda traumado (o por lo menos le caga el día, para no exagerar y dramatizar, ja) como quedaría cualquier humano común y corriente después de ver en persona a sus propios padres teniendo sexo por popa.
El "malestar" te dura un rato más de "un rato".

A mí me encanta el cine bizarro (y casi el de todas las clases también) y conozco mucho, y sé diferenciar entre lo bizarro y la bazofia.

Obviamente, todo esto lo digo desde mi punto de vista -que de por sí no es del todo "normal", al tener solamente un ojo sano-.

Saludos

El Argentino Medio Pelo dijo...

la película no tiene ningún valor.