Gran Torino, de Clint Eastwood
Una suerte de despedida para un prototipo e ícono que Eastwood supo representar a lo largo de su carrera, en filmes que van de "Harry el sucio" hasta "Los imperdonables", pasando por tantos otros. Dando una nueva vuelta al tema de la venganza (o no), Clint elige pasar por alto la búsqueda emocional algo más evidente (y para muchos, impostada) de buena parte de sus últimos filmes, para recuperar ese tono narrativo más simple, clásico y old school de gran parte de sus filmes de los años '80. El final es memorable, y no sé porqué pero me acordé mucho de esta película viendo el otro día "Avatar". Bah, sí se porqué, se darán cuenta cuando la vean...
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