11.8.09
De Cóndores y estampitas
Escrito anoche, de madrugada, y abandonado. Retomado hace un rato, no sé para qué... Tal vez para dejar constancia de cierto fastidio.
Hace un rato terminó la entrega de los Premios Cóndor en la que casi todos los premios fueron para "Aniceto", de Leonardo Favio, algunos recayeron en "Cordero de Dios", de Lucía Cedrón, y los pocos restantes se repartieron entre "El nido vacío", "La cámara oscura", "La mujer sin cabeza" y --milagro-- "Historias extraordinarias", en ese apartado de Primera B que los votantes llamaban "mejor videofilme" y ahora pasaron a calificar como "Premio a la Innovación Artística".
Leonardo Favio se ha convertido en una suerte de baluarte multipropósito: uno se pone detrás suyo y nadie puede decir nada. Es Maradona. Es Charly García. Es... Favio. No importa lo que haga, es imposible criticarlo y es fácil escudarse detrás suyo, casi, para no tomar decisiones. De alguna manera, estos Cóndor fueron esos: usar la estampita de Favio para esconderse y no tener que definir ninguna postura respecto al cine. Favio Dignifica. Cumple. Paga. Rinde. Sirve.
"Aniceto" --una película menor, aunque no mala, en la filmografía del director-- sirve para revestir a los premios de anoche de algún grado de respetabilidad. Uno pone la foto del hombre convertido en mito y nada puede cuestionarse. Pero el tema es que detrás del Escudo Favio, la premiación de anoche es realmente un despropósito que ya se veía venir desde las nominaciones.
Cuesta creer que "Leonera", seguramente una de las mejores películas argentinas de los últimos años, se haya ido sin ningún premio. "Aniceto" la tapó en todos los rubros técnicos, es cierto, pero la película de Pablo Trapero perdió en la categoría de guión en la que no competía con Favio y también en el rubro mejor actriz (Martina Gusman perdió a manos de María Onetto, lo cual no deja de ser aún más extraño todavía). Y se fue sin nada.
Ya dijimos que "Historias extraordinarias" competía en un sólo rubro, kelper, como la manera en la que funciona en el mercado cinematográfico. ¿"Liverpool"? ¿Qué es eso, la ciudad de los Beatles? Ni nominaciones. Y la película de Lucrecia Martel le dio el premio a Onetto pero fue apenas nominada en tres rubros: resulta asombroso que la película técnica y estéticamente más sorprendente del cine nacional en mucho tiempo (tal vez no sólo nacional) no haya siquiera estado nominada en categorías como sonido, fotografía o montaje.
"Aniceto" lo tapa todo. Los Cronistas, llegado el caso, consagraron a "Cordero de Dios", de Lucía Cedrón, como la verdadera ganadora por debajo del Homenaje a Favio que fue toda la ceremonia. Y más allá de lo que cada uno pueda opinar de la película, se trata de una elección tibia, prolija, aceptable... normal.
Pero, después de todo, resulta muy difícil discutir estéticamente con los artífices del Mausoleo del Cine, votantes que parecen destinados a condenar cualquier cosa que se aparte un poco de la media para celebrar lo probado y establecido, o bien apoyar lo políticamente conveniente según el momento en cuestión (ahora "viste bien" ser peronistas, nacionales y populares) y los favores que se pueden sacar de esa "asociación".
Esto no implica no valorar el trabajo de muchas de las personas premiadas, que no se entienda así. La puesta en escena de los Cóndor es la que transforma todo en granito, en cemento macizo, en piedra pómez. El cine parece congelarse al aparecer en esa ceremonia, armada con un timing televisivo propio de la década del '50, y con un tufillo a Acto Escolar que achata absolutamente todo. Una la ve ahí a María Onetto y se olvida del gran trabajo que hizo en la película de Martel: uno ve una foto de la tele del pasado.
De hecho, propongo que de aquí en adelante las ceremonias las conduzcan Carlos Morelli y Rómulo Berruti, usando los mismos trajes que usaban en los '80. Propongo que todos los cineastas menores de 40 años --o que no usan corbata ancha como ese pelmazo engolado que entrevistaba a los ganadores en los cortes-- participen en una categoría separada. Propongo que se cante el Himno antes de empezar la ceremonia. Propongo que se repartan estatuas y murales, que hagan actos las Fuerzas Vivas, que den discursos los intendentes y que se traiga a los que organizaban las fiestas de apertura del Festival de Mar del Plata en la época de Mahárbiz.
Me cansa, lo juro. Pasa el tiempo y es como si nada pasara, como si el cine fuera la puesta en freezer de la cultura.
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8 comentarios:
La verdad que cuando pedí opinión en la entrada anterior no intuía tanta frustración, tanto desagrado.
Tenés razón, qué vas a hacer. No sé qué pensar. ¿Qué busca esta gente, además de quedar bien? ¿Vender entradas? No. ¿Hacer buen cine? No. ¿Hacer política? Tampoco.
Ni cine arte, ni cine industria. Este premio va más con el cine acompañado de bife con papas que de otra cosa.
Y lo digo habiendo disfrutado tanto de Aniceto y El Nido Vacío, como con Leonera y Liverpool.
Mejor me voy a ver fútbol... ah, no. No tenemos torneo.
En fin...
Hola, no vi la premiación. ¿Subió alguien a recibir el premio de HE?
Saludos,
Ignacio.
Se nota la frustracion? Pero cada vez que veo estos premios siento lo mismo: como si estuviera en la escuela primaria. Tendría que evitarlos, porque me deprimen, me hacen pensar que no pasa nada nunca en el cine argentino.
Y sí, fue Llinás, con su campera y su camisa de siempre, y dijo algo que no escuché muy bien sobre representar "la isla del cine independiente" o algo asi. Si alguien lo escuchó mejor, que me comente.
Nunca deja de causarme gracia esa dinosaurica categoría de "Mejor videofilme". ¿Qué demonios vendría a ser hoy por hoy un "videofilme"? ¿Qué justificación estética tiene diferenciar a esta altura de la humanidad las películas realizadas en soporte fílmico de las realizadas en soporte digital y/o magnético? Si filmar con una cámara digital supuestamente marca una diferencia... ¿cuál sería la norma común en filmes tan diversos como "Historias Extraordinarias", "INLAND EMPIRE", las últimas entregas de "La Guerra de las Galaxias" o "Collateral" de Michael Mann?
Hola Diego, soy Alejandro Fadel, uno guionista de Leonera. Estuve en la ceremonia ese dia... Lo cierto es que fue un bochorno, tanto estetico (lo que no seria novedad) y peor aun, politico. No se celebro nada. Fue una ceremonia de pura muerte. No hay cine posible ahi. Entende que este sentimiento no tiene nada que ver con haber perdido en cada uno de los rubros, lo que, sinceramente, me importa poco y nada.
Pd: mariano fue con su campera marron y camisa tradicionales y fue aunque sea el unico momento en que alguien se aparto, minimamente, de tanta pompa funebre.
Ale, como va?
Es tremendo como esas ceremonias huelen a mueble viejo apolillado, no? Yo estuve en varias, desde hace muchos años, y nada cambia. Digo, sin intentar faltarle el respeto a tipos veteranos y que admiro (como Favio, Luppi o la Borges), pero el tufillo de la ceremonia es como de cementerio. No digo que los conviertan en los MTV Awards, pero media pila...
Hay una cierta decadencia en todo lo que rodea al Cóndor que lo hace querible, será que los miraba de pibe por la tele, y me resulta encantador estar ahí con unos viejitos que formaron parte de un star system que murió en los 50, no se, pero al contrario de lo que opinan ustedes me parece que estéticamente son de un muy disfrutable kitsch al que todo lo que escribís en el ultimo párrafo Diego, le daría características apoteóticas.
La previa de la ceremonia la hice en el comedor del canal, era como estar en una de esas películas musicales que se hacían adentro de ATC, me tome un muy rico cortado y un sanguche de jamón y queso que debería tener no menos de 200 grs. de fiambre.
Que se yo para mi son lo mas, si los sabes ver son muy divertidos. No joden a nadie, porque no vengas a decir que a H.E. o Leonera les mueve el amperímetro recibir o no un Cóndor.
Me parece muchachos que exageran. Mariano, Spregbulld y alguno mas se quedaron paraditos frente a un televisor cerca de la salida del estudio, se intuía una actitud cuasi adolescente de diferenciarse de los familiares bochornosos que estaban haciendo un papelón. Relajense un poquito y dejense llevar que es mucho mas disfrutable.
Coincido si en lo que decís sobre Favio y su utilización politica, eso si es cansador.
Esta bien, coincidamos en que todo puede ser mirado con distancia "kitsch"... pero cuando en la ceremonia estan presentes Coscia y Mazure quizas las cosas pueden pensarse mas alla del gesto. Me parece. Lo dice alguien de cuna peronista, pero ya es mucho tanta ironia y tanta desidia y autofestejo cuando no se le presta atencion, ni siquiera como mera demagocia a peliculas que estan tratando de pensar un poco el estado de las cosas. A mi juicio, la pelicula de Mariano desde el punto de vista cinemtografico, creativo, ludico (tanto formal, como en cuanto a metodos de produccion) y la de Pablo ademas, desde un punto de vista politico. No nombro otras peliculas por que vi pocas... y a estas dos las conozco muy de cerca. Un abrazo. Alejandro.
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