Algunas ideas y muy pocas conclusiones con respecto al BAFICI (Segunda parte)

Siguiendo con el BAFICI --antes me desvié, acaso demasiado, para hablar de "los chicos de la FUC", pueden leer una entrevista a Moguillansky y Piñeiro aquí--, van otras impresiones sueltas.

-Coincido con los muchos que dicen que la competencia, así como está, no tiene demasiado sentido. "Parque Vía", "Hunger", "Tony Manero", "Aquel querido mes de agosto", "Everyone Else", por citar sólo algunas, son películas que tendrían que pasarse en un Panorama y no en una competencia que las pone frente a filmes nacionales de tan promocionado Estreno Mundial. De hecho, parece que han tenido que inventar un premio a la mejor película argentina en la competencia internacional para salvar este bache. No porque estas películas citadas tengan un certificado de obra maestra (la recepción local a casi todas ellas fue mixta), pero tienen un recorrido internacional grande, que las transforma en lugares comunes de una competencia. Es cierto que el BAFICI casi siempre hizo esto (de los tiempos de los premios a Apichatpong...), pero siento que el festival ya está a la altura de sentarse a discutir mano a mano con otros grandes eventos mundiales y una competencia tan "parasitaria" lo termina haciendo bajar un escalón. No intento decir que hay que pelear estrenos mundiales con Locarno o Rotterdam, pero sí apostar a más descubrimientos y no cerrar (prometer) lugares en competencia un año antes para asegurarse películas.

-Analizar el nivel de lo visto siempre es una apreciación muy personal. No sólo por que lo que opinamos de cada película puede llegar a ser muy diferente, sino --y fundamentalmente--, por las películas que vemos. Habiendo casi 300 programas (largos, medios o bloques de cortos), creo haber visto unas 110 películas (no me miren raro, no fue durante el BAFICI, son películas vistas a lo largo del año y pico más algunos clásicos que ya había visto) y mi experiencia con esa amplia muestra es más que positiva. Más allá de un par de "clavos" o películas no demasiado trascendentes, creo que en el BAFICI estuvo casi todo lo que tenía que estar. Sí, faltaron algunas películas, pero no tiene sentido entrar en eso... La programación sigue siendo la carta fuerte del festival.

-Ahora que me acuerdo: ¿yo lo soñé o en algún momento leí que se iba a dar "Unmade Beds", de Alexis dos Santos? Si era asi, ¿qué pasó? ¿O se dio y ni me enteré?

-La respuesta del público sigue siendo --cómo decirlo-- emocionante. Es increíble ver las salas llenas para ver la primera película de Kelly Reichardt o un mediometraje de Jean Eustache. Ya ni me interesan saber ni discutir los motivos --snobismo cultural, la moda, el ver y ser visto, real interés en el estado del cine del mundo, lo que sea--, sigue siendo un gran logro. Los que vienen de afuera lo agradecen, incrédulos.

-Siguiendo con los que vienen de afuera (ellos no lo van a decir porque son elegantes y les parece berreta quejarse públicamente de este tipo de cosas), pero lo cierto es que muchos sintieron que el festival no se ocupaba demasiado bien de los invitados. Tal vez porque ya habían venido, o tal vez porque el BAFICI se ganó la fama de ser un evento en el que las visitas son tratadas a cuerpo de rey (cenas, fiestas, transportes, asistentes, etc etc), pero varios farfullaban por tener que pagarse de su propio bolsillo prácticamente todo: desde los taxis y las comidas de las reuniones de jurados hasta las bebidas en las fiestas. Es cierto que hubo un recorte presupuestario y es también cierto que antes se los mimaba probablemente en demasía, pero hay que admitir que la fama del BAFICI en el mundo está relacionada con su gran programación, sí, pero también por ser un lugar donde los invitados de afuera lo pasan muy bien y son tratados como en pocos lugares. Más allá de las explicaciones, sería bueno no perder esto. Digo, aunque sea tírenles unos vouchers para el Patio de Comidas, que no todos los cineastas extranjeros nadan en dinero...

-Siguiendo el orden alfabético del website del BAFICI aqui va una lista de las mejores películas que vi.

-16memorias, de Camilo Botero Jaramillo
-35 rhums, de Claire Denis
-Aquiles y la tortuga, de Takeshi Kitano
-Afterschool, de Antonio Campos
-Alicia en las ciudades, de Wim Wenders (je!)
-Aquele querido mes de agosto, de Miguel Gomes
-Bagatela, de Jorge Caballero
-Boogie, de Radu Muntean
-Castro, de Alejo Moguillansky
-El cant dels ocells, de Albert Serra
-Everyone Else, de Maren Ade
-Excursiones, de Ezequiel Acuña
-Four Nights with Anna, de Jerzy Skolimovski
-Iraqi Short Films, de Mauro Andrizzi
-Jerichow, de Christian Petzold
-La frontera del alba, de Philippe Garrel
-La madre y la puta, de Jean Eustache (doble je!)
-La vie moderne, de Raymond Depardon
-Los amores de Astrea y Celadon, de Eric Rohmer
-Los rubios, de Albertina Carri (...)
-Mes petites amoureuses, de Jean Eustache
-Monsieur Verdoux, de Charles Chaplin...
-Ne touchez pas la hache, de Jacques Rivette
-Old Joy, de Kelly Reichardt
-Shara, de Naomi Kawase...
-Sita Sings the Blues, de Nina Paley
-Solaris, de Andrei Tarkovsky...
-Todos mienten, de Matías Piñeiro
-Treeless mountain, de So Yong-kim
-Tres es multitud (Rushmore), de Wes Anderson ...
-Un conte de Noël, de Arnaud Desplechin
-Wendy & Lucy, de Kelly Reichardt

-Veo que sólo ocho películas de todas estas las vi durante el BAFICI. Y si mal no hice las cuentas vi algo asi como 36 en las salas. No es que las otras hayan estado del todo mal, sólo que no me queda un recuerdo lo suficientemente importante de ellas como para incluirlas en esta lista.

-Películas que me perdí: las de James Benning, la de Catherine Breillat, la de Manoel de Oliveira, la de Kiarostami, "Teza", "Soul Power" y muchas cosas de retrospectivas y Cine del Futuro que no alcancé a ver.

-El tema Abasto vs. Espacio BAFICI. No es ridículo ni descabellado el intento de mover el punto de encuentro a Guardia Vieja. El problema es que la costumbre de encontrarse en el medio del Abasto era muy cómoda y conveniente --especialmente si tenías media hora o menos entre películas-- y todos estábamos acostumbrados a hacerlo así. La idea del Espacio BAFICI tiene su lógica (no es el único festival en el que hay que mover un poco el trasero para encontrarse, asi que no es necesario quejarse por quejarse), pero el problema finalmente fue otro: en el Espacio BAFICI no había donde encontrarse porque si te sentabas en una mesa del primer piso (el café del lugar) te empezaba una charla que te obligaba a participar o irte. ¿A nadie se le ocurrió que poner un café en el lugar donde se hacen las conferencias era un poco absurdo? Insisto, todo bien con que exista un Espacio BAFICI, pero habría que repensarlo un poco...

Sigo en la próxima...