16.3.10

Festival de Punta del Este - "Los condenados": de cuerpos, rostros y espacios


A pocas horas de llegar al Festival de Punta del Este acabo de ver "Los condenados", de Isaki Lacuesta. Admito que lo hice con mucho temor, ya que el tema que toca ha sido tan abusado y maltratado en la Argentina que uno encuentra difícil la posibilidad real de que una gran película se pueda hacer con una ficción relativamente convencional sobre el tema (si digo convencional lo hago referencia a que no es un filme-ensayo, ni una propuesta como "M" o "Los rubios").
No sé todavía -la tengo muy fresca en la cabeza y necesito madurarla más-, pero siento que sí se trata de una gran película, que Lacuesta entendió que se podía hacer una película anclada en un debate político (los movimientos revolucionarios de los ´70), meterse en una de las zonas más complicadas de esa trama (las traiciones dentro de esos movimientos) y plasmar en la pantalla algo que integre esa discusión dentro de un sistema cinematográfico más amplio y complejo.

"Los condenados" debería deber su título al rostro de Daniel Fanego. En una elección de casting (ver poster) que tal vez represente gran parte de lo bueno que tiene la película, Fanego es la condena hecha carne. Es un hombre de frágil salud, que viene de hacerse exámenes y parece que no irá a vivir mucho más, y que se suma en una zona boscosa (se filmó en el Perú pero nunca se lo nombra) a la búsqueda del cuerpo de un compañero revolucionario de los '70. Allí hay viejos colegas de militancia, que encarnan Arturo Goetz, Leonor Manso y Maria Fiorentino, asi como un grupo de chicos que hacen el trabajo de antropolgía forense en la zona pero no logran dar con el cadáver.

Uno podría seguir la línea narrativa básica del filme y sentir que es en exceso simple y lineal: no lo encuentran porque no murió en circunstancias comunes. Y con sólo observar la trama de silencios y odios que se deja ver entre "los veteranos", queda claro que allí pasó algo más que una lucha frente a un grupo militar. Digamos que sí, que este tema que la película pone en debate (no mucho, imaginaba un festín de mesas regadas de vino y discusiones políticas, pero hay bastante pocas) es complejo, ambiguo e interesante y que seguro despertará reacciones encontradas en la Argentina ya que, si bien nunca se mencionan nombres propios de grupos que participaron de la lucha armada, es obvio que se habla de lo que pasó aquí.

Pero "Los condenados" es más que eso, "los condenados" son los hombres, sus cuerpos, sus rostros, sus angustias y desesperaciones. Hay una condena casi física, del peso de los escenarios, que Isaki capta como si fuera una película de Herzog, en un filme que tiene una mirada moral muy fuerte sobre las acciones humanas, sí, pero que las plantea desde lo visual. ¿O no es el rostro y el cuerpo de Fanego una postal de las huellas del dolor? ¿O no es la alocada búsqueda de Goetz una clara evidencia de alguien que no puede cerrar una puerta hasta que no vea un poco de polvo, un cuerpo, tierra, cadáver, muerte, vacío?

Hay tierra y bosque y aire y cuerpos (jóvenes y no tanto) que circulan por el espacio en "Los condenados". Hay cadáveres que no vemos y seres vivos que podrían ser cadáveres. Hay un choque generacional, que es un choque de discursos (sí, el bloque Nazareno Casero frente a la excelente Barbara Lemme podría ser un enfrentamiento de arquetipos), pero también es un choque de cuerpos marcados. La cámara de Isaki hace foco en las cicatrices de ella, en los tatuajes o el corte de pelo de él, en los cuerpos jóvenes que bailan, en los cuerpos viejos que se bañan, en la transpiración, en la niebla, en los espacios intermedios que unen y separan todo.

"Los condenados" se toca como se tocan las películas de Lucrecia Martel. Y si en "La mujer sin cabeza", la salteña esconde la trama política detrás de una suerte de policial rural, Lacuesta la pone al frente. La película parece decir: "el texto está acá, asumámoslo, ahora hagamos cine a partir de esto". Y "Los condenados" es cine sobre el tiempo y la memoria, como lo son otras de las películas de Isaki (largos y cortos), y es cine sobre desplazamientos y monólogos, sobre fantasmas (Ezequiel, Camaron) que convocan a otros seres a investigarlos y a investigarse.

"Los condenados" es una película de puta madre -perdón por la obvia expresión castiza- y seguramente será desmerecida, en buena parte, porque nadie se tomará el tiempo de mirar alrededor, detrás y debajo de lo que se dice. Es cierto que el cine son textos (y los textos aquí no son malos, más allá de algún ida y vuelta previsible), pero ellos son apenas parte de un todo, de un mundo. Y ese fin del mundo que es "Los condenados", universo de sonidos --imágenes, polvo, tierra, ruidos, marcas en el rostro, miradas torvas, dientes apretados y largas noches de vacío-- ante una inmensidad (¿un Dios?) que mira y no mira, que juzga y no juzga, que analiza pero que también deja ser y hacer, equivocarse y arrepentirse, es el que trasciende la pantalla.

Dos hombres desnudos se bañan a metros de alguien que fue amigo de ambos y que ahora, 35 años después, probablemente sea trozos de polvo a pocos metros. La distancia es enorme, la cercanía también. Y la película habla de eso. Y más allá de la perturbación psicológica que esos traumas despiertan, como en la reciente película de Scorsese, la angustia está puesta en cada plano. Acaso sobrevivir no sea otra cosa --lo entenderán cuando vean la película-- que lograr mantener una pelotita de ping pong rebotando en una paleta por un tiempo suficiente. Y durante ese tiempo, haber aprendido qué hacer si se cae.



5 comentarios:

Anónimo dijo...

buuu, llego el mañana y me regreso el domingo, así que no alcanzo a verla...
saludos y nos vemos ahi
afa

Anónimo dijo...

Por qué Lacuesta no se animo con el franquismo, en vez de hablar de una historia ajena?

Me huele a "Imagining argentina"

Patetico Hombrecillo dijo...

Me interesa. Tenes alguna pista si se va a dar en alguna seccion del BAFICI?

Saludos

Peacock dijo...

Va al BAFICI, mas no te puedo decir porque es gente dificil y no quiere que se sepa nada... si no lo dicen ellos!

Cravan dijo...

Anónimo: ¿viste "Caras vs Caras", el primer corto de Lacuesta, dedicado al franquismo y a los anarquistas? ¿Viste su documental del 2008 "Soldats anònims" sobre las fosas comunes franquistas? Es más, ¿a estas alturas aún creés que existen historias ajenas e historias propias? Viva Fanego, besos para Leonor!