-No compren entradas para películas que después se estrenan. Son las más difíciles de conseguir, curiosamente, y en general todas están online.
-No crean que las películas que están en competencia son mejores que las otras ni se manden directo a comprarlas. Lo único que las diferencia de las demás es que son primeras y/o segundas películas y que le gustaron a casi todos los programadores del festival. Las demás están menos "consensuadas", pero pueden ser mejores.
-Las películas nacionales en Competencia Internacional y/o Competencia Argentina tampoco tienen porqué ser mejores que las demás argentinas, ni las primeras mejores que las segundas. BAFICI a veces programa "a contrapelo" y eso está muy bien.
-No crean que pueden llegar en 15 minutos del ABASTO al MALBA. Siempre tengan en cuenta los cinco minutos de promo antes de cada peli y que suelen empezar otros cinco tarde. Ahi ya te quedan cinco para ir al Malba. Taxi y rezar, única opción posible.
-Las funciones de prensa se reconocen porque la gente no se ríe, toma café todo el tiempo, se habla más en inglés que un sábado a la noche en La Cabrera y todos se hacen (nos hacemos) chistes privados que los demás no entienden. Lo divertido es que pueden ver quien se queda dormido...
-Si lo encuentran a Sergio Wolf paseando por algún pasillo, no le hablen. Las consecuencias de una conversación con Wolf en "estado BAFICI" siempre terminarán dejándote nervioso y preocupado quien sabe porqué motivo. Con Fillipelli puede pasar lo mismo: sólo que encima vas a terminar borracho.
-No confíen en los textos del catálogo. Ningún programador va a decir que la peli sobre la que está escribiendo "es medio una poronga..."
-El wifi de Starbucks se transformará en la nueva sala de prensa? Estoy muy tentado...
-No crean a los periodistas que pasan delante de las colas con la excusa "estamos trabajando". Por más que sea verdad, no es motivo para colarse.
-Indefectiblemente, la función post-almuerzo es la más difícil de todos los festivales. Si no palmás ahí, te dan un premio a la resistencia. Salvo que hagas como un colega peruano que ve las películas parado al fondo para no dormirse!
-Cuatro películas por día es más que suficiente. A la quinta, el cerebro deja de distinguir entre la pantalla, la cena, la cama y la cara de Ricardo Fort.
-Buena forma de programarse un festival. Más pelis los primeros días (al comienzo se permiten hasta cinco), descendiendo levemente hasta llegar a una, el último día. Treinta por festival está más que bien. No entren en la competencia por títulos: siempre va a existir alguno que vio más que vos. Y que yo...
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