20.9.08

"Otro cine español es posible"



Versión algo más extensa de la entrevista a Javier Rebollo, director de "Lo que sé de Lola", que se publica hoy en "Clarín". Aquí, la versión publicada. Abajo, la otra.

Reconocido como cortometrajista --hizo varios, muy premiados, entre 1996 y 2003--, Javier Rebollo pasó al largometraje en 2006 con "Lo que sé de Lola", que se estrena en breve aquí. El filme, que compitió en San Sebastián y ganó varios premios internacionales, lo posiciona a Rebollo como uno de los cineastas de los que él gusta definir como "de la modernidad" española (como José Luis Guerín, Isaki Lacuesta, Albert Serra o Jaime Rosales, entre otros), con su relato seco y austero acerca de León, un solitario hombre francés (Michael Abiteboul) que sigue y se obsesiona con Dolores (Lola Dueñas), la española que vive en el piso de arriba de su casa.

"El arte del retrato se ha perdido --dice, desde un pueblito de Mallorca--. Llevo diez años de cine retratando a Lola. Ella es muy intensa. Es una mujer que miro y admiro. La historia del cine está llena de directores fascinados por un cuerpo y una cara. No había más plan que seguir al personaje".

Rebollo dice que, en su carrera en paralelo con la de la actriz de "Volver", busca hacer "como Francois Truffaut con Jean-Pierre Leaud, o Tsai Ming-liang con su actor (Lee Kang-sheng): ir creciendo junto a ellos de película a película, verlos envejecer en el plano".

Curiosamente, la película transcurre en París y tiene una voz en off y un protagonista francés. "No es una decisión comercial, es simplemente dramática. En el primer guión era un personaje manchego que llega a Madrid, pero no funcionaba el extrañamiento que yo buscaba, parecía una película de los 40. Madrid sigue siendo un pueblo, no es una ciudad tan grande. Al transplantar a Dolores a París, todo encajó. También el tema de la lengua: que no pueda expresarse bien le agregaba otro elemente a ese desplazamiento físico y espiritual."

También, es cierto, admite la admiración y la herencia de la Nouvelle Vague. Y concuerda con algunas similitudes que la película tiene con la posterior "En la ciudad de Sylvia", de Guerín, en la que también un hombre sigue obsesivamente a una mujer. "Lo hemos hablado, es que la idea del hombre perdido en la multitud es común a los cineastas de la modernidad, lo mismo que el paseo, el flaneur, la idea de revelar algo oculto en lo cotidiano. Sí, y encima en las dos se habla casi todo el tiempo en francés".

Ambos filmes tienen un protagonista que tiene características ambiguas y que puede parecer perverso. "La idea de que el espectador tiene que identificarse con el protagonista es vieja y no funciona. León es fascinante, pero es incómodo. Más le miras, más siniestro es. Y eso tiene su belleza. No veo la perversión, el lado voyeur. León disfruta de seguir a Dolores como de ver albañiles trabajar o ver secar una pared".

Por último, Rebollo es contundente respecto a la situación del cine español. "El cine español como lo entendíamos hace años está muerto, el heredero de géneros, del costumbrismo, el teatro, la literatura y la TV es una enfermedad. Somos varios los cineastas que tratamos de subvertir esta forma de ver el cine y la vida, que creemos que otro cine español es posible."


INFORMACION
Rebollo comienza a rodar en marzo su primera película sin Lola Dueñas. "Lo protagoniza Carman Machi y también surge del deseo de estar cerca de filmarla, de escribir sobre ella, que de una trama. Se llama "La mujer sin piano" y se centra en una ama de casa que se escapa de su hogar durante toda una noche".

RECUADRO

A Rebollo le fascina el cine argentino. "Películas de Hugo del Carril como "Más allá del olvido", "Invasión", de Hugo Santiago, todo Favio, especialmente "Gatica", y cosas más nuevas como Lisandro Alonso, Pablo Trapero, Lucrecia Martel, Albertina Carri. Me encantó "La novia errante" y "M". Se hace muy buen cine en la Argentina".

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