20.7.09

Cat Power @ Gran Rex (16/09/2009)


Alguno por allí me preguntó si iba a escribir una crítica del show de Cat Power y le dije que creía que sí. Pero ultimamente, debo decir, no me inspira demasiado escribir sobre música. Se me hace complejo expresar lo que me pasa en un concierto tratando de evitar los lugares comunes de la crítica musical --lista de temas, desempeño de la banda, descripción de las actitudes, comentarios o vestimenta de la estrella--, pero tampoco encuentro un estilo adecuado para reemplazarlo.

Me pasó en Los Angeles, tras ver a Wilco: el show me encantó pero no se me ocurría ninguna forma no trillada de explicar porqué. Y por motivos bastante distintos me pasa lo mismo con Chan "Cat Power" Marshall. Mi sensación original fue de apatía: el show no me emocionó, no me provocó demasiado placer ni nada por el estilo. Se me hizo monótono, repetitivo, con todas las canciones encaradas musicalmente de similar manera --una suerte de narcótico groove de soul/blues con pocas variaciones entre temas-- y se me ocurria pensar que el natural eco de la voz de Chan (como el de Jim James de My Morning Jacket) sumado al de la banda y posiblemente el del teatro generaban una extraña cámara de sonido que no beneficiaba a la intimidad del asunto.

La otra vez, en el Margarita Xirgu, allá por el 2001, el show había sido cualquier cosa, un caos con la chica entrando y saliendo del escenario, empezando una canción y dejándola, pasando del piano a la guitarra, murmurando cosas. Pero aún así, en los momentos en los que cobraba vuelo, te ponía los pelos de punta. Acá no. Acá era todo más sofisticado y elegante, aunque su forma de moverse en el escenario siga siendo igual de bizarra.

No es sólo culpa del show, debo decir. Los discos de Cat Power de "The Greatest" para adelante me interesan menos que los que van de "What Would the Community Think" hasta "You Are Free": la prefiero más despojada, con un desgarro emocional menos recubierto de colchones de sonido. Pero por ahí leo que la gente salió feliz del show y no quiero ser aguafiestas.

Todo bien con Cat Power. Pero yo prefiero a Chan Marshall.

2 comentarios:

Momo dijo...

Musica para lesbianas, superficial y desconectada de la realidad.

Anónimo dijo...

Creo que los recitales (como las películas) tienen que cambiarte la vida (incluso, si se quiere) la manera de ver el mundo. Cat, la verdad, no me produjo nada.

Eso si, es tan hermosa...