30.7.09

Algunas ideas sobre "Enemigos públicos"/"Public Enemies", de Michael Mann


Ya escribí un poco y publiqué bastantes cosas acerca de "Enemigos públicos", de Michael Mann. Habiendo viajado a hacer las entrevistas a los actores y al director (que ya van a ir saliendo), preferí no escribir la crítica en el diario, me parece que sigue siendo una sana costumbre.

De cualquier manera, la película me entusiasma demasiado como para no agregar algunos motivos y razones por las que, creo, es uno de los grandes estrenos del año. Acá van algunos puntos.

-Me fascina el uso que hace Mann del HD. Tal vez sea porque la vi en un cine que la proyectaban directamente así y el "grano" de la imagen, su hiper-realismo era realmente impactante. Te quedabas viendo las imágenes como si no fueran cine, tampoco un video casero, sino otra cosa. No se trata de un digital que imita al celuloide ni tampoco uno que deja ver sus deficiencias. Al contrario, es un HD usado por su electricidad, por su imagen contrastada, "televisiva", sin el filtro visual que parece existir en el combo celuloide/fotografía tradicional, más cuando es usada en una película de época.

-Además, la puesta en escena no es para nada convencional, el montaje por momentos es radical, enrarecido, "godardiano". Los planos están compuestos de manera muy especial, usando mucho un primer plano muy cercano de un lado de la pantalla y un gran "espacio negativo" en el resto, un poco a la manera de sus otros filmes (hay cientos de escenas de hombres recortados frente a la nada, al paisaje o al mar en el cine de Mann), pero aún más sucio y desprolijo.

-Sí, se puede decir que es una película desprolija y sucia, montada con el desparpajo y la falta de sobriedad de un recién llegado. El HD convirtió a Mann en un nuevo cineasta y lo está haciendo reaprender su trabajo, desarmando esa eficiencia cool de filmes como "Heat", "The Insider" y casi todo lo que hizo antes, por un approach mucho más directo y crudo. Las escenas de acción no tienen esa precisión coreográfica: funcionan como captadas a las apuradas por un noticiero de televisión.

-Si bien acercarse a un relato de época usando cámara en mano, editando de manera sucia y con la imagen fría del digital puede parecer un recurso simplista de actualización del material para acercarlo a un público joven, sólo con ver dos minutos de película se nota que no hay nada de convencional en ella, que "el recurso" está usado de forma experimental y no comercial. De "Collateral" en adelante (un poco en "Ali" también hay), Mann ha ido arriesgando cada vez más.

-Hablábamos en Los Angeles con el colega Scott Foundas acerca de lo abstracta que es la película. El decía que Mann está adelantado a su tiempo, yo decía que ciertos recursos me hacían acordar a "Sin aliento". Hay algo de eso en la forma de filmar las escenas, pero también ese mismo salto al vacío (siempre dentro de los "saltos al vacío" que se pueden hacer en una película de 100 millones de dólares con Johnny Depp) lo hace en su narración.

-No hay, casi, psicología en "Enemigos públicos". Nunca se explica de donde viene el comportamiento de Dillinger (apenas se menciona el abandono de su padre), de su novia apenas se conoce su origen étnico y de Purvis, cero. Tampoco el resto de la banda de Dillinger amerita ese tratamiento. "No importa de donde vienen, importa adonde van", dice él y dicen ellos.

-"Heat" me encanta, pero tenía "momentos actorales" de exposición, si se quiere, psicológica, que eran bastante irritantes. La escena de De Niro y Pacino servía para explicarnos qué le pasaba a cada uno, y hay otra con Pacino y su mujer (¿qué fue de la vida de Diane Venora, tan bien que está acá?) que tenía aquella frase temible: "I gotta hold on to my angst. I preserve it because I need it. It keeps me sharp, on the edge, where I gotta be." Acá está todo eso, pero nadie lo dice.

-El sonido del filme es impresionante. Espero que les toque una buena sala, que se vea y se escuche bien. Las armas te taladran el cerebro. Yo ya veo que nada será igual aquí: vi la peli de vuelta en la sala de la distribuidora y era como una copia en videocassette TDK de la que vi en Los Angeles. La imagen, opacada, y el sonido, destrozado.

-Podría seguir con todo lo que el filme tiene para hablar, sin decirlo, de la época que retrata: el fin del mito del western y el principio "del siglo XX", los últimos héroes solitarios (tanto policías, como el gran Stephen Lang, como ladrones) y el comienzo del crimen y la ley organizada. La escena en la que le piden a los agentes del FBI que busquen donde venden una chaqueta como la usada en un crimen es ejemplar.

-Se critica la poca profundidad de los personajes secundarios y aún de los principales. Creo que ese es el punto de Mann, cada vez más. Ir destilando su cine hacia esa abstracción de la que hablaba Scott. Tom Cruise y su "I Ching" y Jamie Foxx y su "isla soñada" no están más (ok, Dillinger quiere irse a Río de Janeiro, pero eso es apenas un comentario). La frase de Dillinger ("me gusta la bebida, las mujeres bonitas, etc, etc, ¿qué más necesitás saber?) expresa ese desapego por los psicologismos de salón. Todos los personajes están ahí y se entiende muy claramente qué le pasa a cada uno con un par de líneas de diálogo (Giovanni Ribisi) o, simplemente, con una expresión en el rostro (Stephen Dorff). ¿Qué más necesitás saber?

-El personaje femenino está delineado de la misma manera que el resto y no creo que sea una concesión comercial ponerle "un interés romántico". Chico conoce a chica, hay tensión sexual, ella lo ve como la forma de salir de un vida rutinaria, le fascina y le preocupa su "trabajo". ¿No es lo mismo que pasa con todas las mujeres del cine de Mann? Y si es cierto que no es muy compleja, entonces hay que decir que nunca lo fueron. No creo que sea así (tómense un segundo para seguir la evolución de las mujeres de Mann desde sus primeras películas hasta ahora), aunque es cierto que el mayor interés del director está en los personajes masculinos.

-Es muy interesante escuchar a Mann hablar sobre las diferencias entre los hombres "psicoanalizados" o, al menos, autoconscientes de hoy, con los de esos tiempos, lo cual explica su "falta de profundidad". Acá va una frase de la entrevista que le hice que me parece notable.

"Para ellos, cada día puede ser el último... Dicen cosas como “when your time's up, your time's up”, hay un sentido de fatalismo que es muy diferente de la forma en que pensamos ahora. Ahora pensamos: "Si me conozco mejor voy a tomar mejores decisiones y eso va a tener un efecto en la forma en la que las cosas sucederán. Y si las cosas salen mal, será por que no me conocía tan bien como creía". Ellos no pensaban asi, para nada. Pensaban: "voy a hacer esto, lo mejor que pueda, probablemente toda la vida, y cuando llegue el momento de terminar, terminaré (when time's up, time's up). Y eso es todo". Es algo muy ajeno a nuestra experiencia, como ir a un país extranjero."


-Ni hablar de los ecos y las relaciones con la historia del cine que tienen tanto el filme como el personaje. Mann desprecia hablar de influencias y dice que no vio ni se inspiró en ninguna película para filmar ésta. Pero con sólo ver las dos notables escenas que tienen lugar en cines queda claro que los ecos entre ambos universos le resultan más que relevantes.

-Todos los temas del cine de Michael Mann aparecen acá. Ya todos los conocen y no voy a repetirlos. Mismo tipo de personajes, mismo tipo de situaciones, aún más destilados hacia su esencia. A diferencia del muy profesionalizado Scorsese, Mann se va alejando cada vez más de las estructuras narrativas y visuales convencionales. Es como si le cansara contar de vuelta lo mismo: simplemente lo expone como brutales ráfagas de imagen y sonido.

Y podría seguir, durante horas, enumerando las cosas fascinantes que tiene el filme (igual, creo que algunas no funcionan del todo bien), pero tengo que irme a mi trabajo real... Si ven la peli, y la quieren seguir por aquí, encantado. Aporten, critiquen, discutan: se que es una película que generará eso. Y me encanta.

3 comentarios:

Nacho dijo...

Recién salgo del cine, así que no lo dejo enfriar.
Ni psicología barata ni zapatos de goma. Aquí, los protagonistas se conocen tanto a sí mismos, que sería una pregunta absurda "¿quién soy?"
Se conocen ellos y a sus pares. La despedida de uno de los amigos es esa. Hoy me toca, hoy te toca dejarme.
En cuanto al director y los tiros, para mí filmó la mejor escena de tiros en la historia, en Heat. Los protagonistas disparando a izquierda a derecha. Si algo le faltaba a esa escena, eran las ametralladoras que usa John Dillinger.

Fantástica.

Patetico Hombrecillo dijo...

Vi la pelicula y me parecio que tiene cosas MUY interesantes. El tratamiento del HD concuerdo que me parecio brillante, pero mas extraño me parecio el hecho de que el 80% de los planos son Primeros planos o planos medio cortos. Inclusive los planos con mayor profundidad de campo, tienen a alguien en primer plano de referencia. Hya muy pocos planos abiertos. Algunos son MUY generales como al principio en la carcel, o alguna carretera o todos extremadamente cerrados con un manejo del steadycam soberbio en donde no se aleja la camara de ellos. El laburo estetico me parecio muy bueno, y la fotografia me encanto. Cuando casi al principio, en la guarida, aparece un personaje a hacerle una "oferta" el traveling para presentarlo mientras habla parece salido de Buenos Muchachos o Toro Salvaje o Casino. La camara en mano siguiendo a los personajes a dos centimentros de la cara me recordo al cine de los Darlenne, pero a pesar de todo no deja de ser un relato clasico, cinefilo, hollywoodense. Es muy buena, muy sutil y da mucha informacion esa escena seguramente inventada donde Dillinger se mete en la oficina del FBI. El sonido es un factor importante.
Sin embargo tambien me parece que tiene un par de espacios narrativos que no cierran o se alargan o estan de mas (ejemplos: queda un poco colgando la mirada que el gobierno tenia sobre el FBI, Hoover desaparece de repente, el robo del tren tiene demasiada extension)
Me encanta la relevancia que adquiere el personaje de Winstead con Stephen Lang, honestamente sorprendente. El problema es Purvis. Esta bien, es un personaje extraño, pero que termina pasando un poco inadvertido al final. Por lo menos para mi. Christian Bale esta bien en el rol, pero al personaje le falta algo mas. Termina siendo demasiado secundario. Le que da chico a Bale. Marion Cotillard me parece que agranda con su interpretacion un personaje chico. Realmente me parecio lo mejor del elenco junto con Lang. Con Depp, en cambio, siempre tengo problemas para creermelo en roles dramaticos. Mientras que Cruise siempre esta poniendo muecas y sobreactuando (solo me gusto en Tropic Thunder), Depp nunca termina de cerrarme, a excepcion de sus colaboraciones con Burton. Esta vez por momentos me parecia metido, en otros no lo vi.
Concuerdo con vos que Mann es un tipo que se anima a hacer cosas diferentes, a experimentar. Creo que a excepcion de Lynch en Imperio, y quizas Winterbottom, hay pocos directores "comerciales" que le dieron buen uso al HD y Enemigos Publicos es sorprendente en ese sentido. Pero si en lo narrativo, en la profundizacion de los personajes y ciertas actuaciones la pelicula se desinfla un poco, es como que la intencion queda a medias. Creo que es muy superior a Colateral y Miami Vice (de esta solo me gustaron los tiroteos), peliculas en las que Mann se olvido de la existencia de guiones, personajes y actores solventes. Pienso que "Fuego contra Fuego" tiene muchisimos puntos en comun con esta, al igual que Manhunter, donde las relaciones entre los "buenos" y "malos" son bastante compatibles. Personalmente, me sigo quedando con "El Informante", la cual no veo como pelicula "cool", sino como un sutil equilibrio, un resumen de las peliculas de Mann, sin necesidad de incluir escenas de accion.

Ana dijo...

Esos planos me dieron la sensación de estar espiando a todos, mirando por arriba del hombro en algunas ocasiones.
Fascinante. Y eso que la vi en mi casa con buen sonido pero no en el cine (mal que me pese).
Y eso que decís, el "desapego por los psicologismos de salón", es perfecto. No necesito saber nada más.

Ah! y Diane Venora... la última vez que la vi estaba en televisión.