Pasé de la alegría a la preocupación, del optimismo al miedo. Es algo que me pasa habitualmente, pero en este caso el motivo no es personal sino profesional. Cuando empezaron a sumarse las películas argentinas en Cannes el asunto dejó de caerme simpático para comenzar a perturbarme. ¿No se convertirá mi experiencia en una pesadilla? ¿No tendré que pasarme el día persiguiendo fanáticos de Maradona, consiguiendo entradas para alfombras rojas, reportando las 24 horas del día sobre la vida de Dolores Fonzi? ¿Podré ausentarme lo suficiente para ver las pelis de Albert Serra, de Claire Simon, para ir a comer con amigos, para dormir, para entrevistar a gente que no sea Angelina Jolie? (si, sé que la idea no suena tan mal pero, créanme, no es taaaan interesante como parece).
Me intriga lo que va a pasar en Cannes. Me intriga y me inquieta. Estoy empezando a sentir algo así como pánico. A favor está el hecho de que los cineastas que van me gustan (vi dos de las cinco pelis y son muy buenas, y confío mucho en las tres que quedan) y que no tendré que navegar las complicadas aguas del falso patriotismo. Al contrario, me pone muy contento por ellos y me hace pensar que, acaso, este sea un "segundo viento" (intraducible frase del inglés que viene bien en estos casos) para el tan discutido Nuevo Cine Argentino.
Me encantaría, claro, que también esté una película como "Historias extraordinarias", de Mariano Llinás. Pero, a la vez, les juro que me fue más difícil entrevistarlo a él en el BAFICI que hablar con Gael Garcia Bernal en Cannes. Palabra.
NOTA: Busqué en Google una foto de "Liverpool", de Lisandro Alonso, para ilustrar esta nota. Escribí Liverpool y Alonso. Me aparecieron cientos de fotos de Xabi Alonso, jugador español del Liverpool inglés. Le agregué "Argentina". Y me aparecieron fotos de Xabi Alonso con Javier Mascherano, su compañero de equipo. De ahí, la foto de lo que verdaderamente significa para el mundo Alonso y Liverpool...
1 comentario:
Viva Alonso(s)!
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