MICROPSIA - Top Ten Album of the Year
(No hay links a los álbumes seleccionados)
Como sucede también con otro de los discos seleccionados para este Top Ten --esperen, ya vendrá--, no se trata tanto del álbum en sí lo que se celebra en esta elección sino, en mi caso, el haber descubierto una banda que lleva quince años de carrera en Australia y a la que desconocía por completo. Gracias a las miles de opciones que ofrece internet, logré bajarme una discografía completa de estos hijos directos de The Smiths y Belle & Sebastian y, unos meses después, apareció este disco que confirmó todo lo bueno que había escuchado en los discos previos.
The Lucksmiths no es una banda que sorprenda, que innove, que busque sonidos nuevos. Lo suyo es un continuo y refinado homenaje a la canción pop. Es de esa clase de bandas que, aún cuando uno puede inferir de donde proviene casi todo lo que hace y cuales son todas las referencias e influencias, te ganan a fuerza de melodías irreprochables, de esas que suenas tan redondas que uno se queda preguntando si no las escuchó antes, que cómo puede ser que nadie hizo una canción así en todos estos años.
Canciones para silbar y tararear, entonces, para recordar con cariño y tener ganas de volver a escuchar. No para descubrir sonidos extraños ni formulaciones originales, sino para celebrar el hecho de su existencia. Canciones que nos recuerdan, a cada segundo, que todavía hay millones de cosas simples que se pueden hacer en el espacio de dos o tres minutos con un par de acordes y una instrumentación clásica. Indie-pop, classic-pop, baroque-pop, super-pop. Pónganles el nombre que quieran a las canciones de The Lucksmiths (no sólo de "First Frost", sino de todos sus discos), lo cierto es que al final del día quedarán rondando por sus cabezas como esas cosas que nunca se olvidan del todo. Recuerdos del mañana.
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